Ante la comparecencia realizada por la asociación Salhaketa este martes en sede parlamentaria, las agrupaciones sindicales del Centro Penitenciario de Pamplona han salido al paso para defender la labor de la plantilla y denunciar lo que consideran acusaciones sin fundamento.
En un comunicado, los representantes de los trabajadores y trabajadoras del centro han subrayado que «la profesionalidad y honorabilidad de la plantilla del centro está fuera de toda duda». Aseguran que «los funcionarios y funcionarias penitenciarios desempeñan su labor conforme a la legalidad vigente, en el marco de un sistema penitenciario garantista que ofrece a los internos diversos canales para presentar quejas o denunciar posibles vulneraciones de sus derechos ante las autoridades competentes».
Según remarcan, «la asociación Salhaketa, conocedora de estos mecanismos, no puede basar sus acusaciones en rumores o afirmaciones sin contrastar». Añaden que «resulta inaceptable lanzar imputaciones sin pruebas, apoyándose únicamente en testimonios no verificados, sin realizar previamente una comprobación rigurosa de los hechos».
En respuesta a las críticas relativas al aislamiento de la cárcel o la falta de higiene, el personal recuerda que «el Centro Penitenciario de Pamplona mantiene una relación constante con la sociedad civil». Explican que «son numerosos los voluntarios que participan activamente en programas dentro del centro» y que «en las próximas semanas se llevarán a cabo visitas guiadas dirigidas a familiares de los internos, con el fin de que puedan conocer de primera mano las instalaciones y el funcionamiento del centro». Aseguran que «esta iniciativa, abierta y transparente, desmiente las afirmaciones relativas a la supuesta falta de higiene y otras acusaciones sin fundamento».
En cuanto a las requisas y cacheos a los internos, las agrupaciones sindicales recalcan que «estas actuaciones forman parte esencial de las funciones asignadas al personal penitenciario» y que «tienen como finalidad garantizar la seguridad del centro, preservar el orden y proteger tanto al personal como a los internos». En la última intervención, añaden, «se incautaron sustancias estupefacientes, dispositivos móviles, alcohol fabricado artesanalmente y otros objetos prohibidos que afectan gravemente a la convivencia y al bienestar general en los módulos».
«Estas medidas contribuyen de forma directa a preservar la salud y la vida de los internos», destacan, y consideran sorprendente que «la misma asociación que criticó duramente a la administración penitenciaria tras el fallecimiento de un interno por sobredosis, cuestione ahora las herramientas preventivas que permiten evitar ese tipo de tragedias». Según indican, «sin las requisas, el acceso a sustancias peligrosas se vería facilitado, aumentando los riesgos para los propios reclusos».
El comunicado concluye con un respaldo explícito al personal: «Se expresa el total respaldo a la labor del personal del centro, agradeciendo su profesionalidad, compromiso y esfuerzo diario en un entorno especialmente complejo, y se les anima a continuar con su trabajo con la misma dedicación y responsabilidad que han demostrado hasta ahora».