El Palacio del Condestable de Pamplona acogió este lunes la presentación de uno de los hallazgos arqueológicos más singulares de los últimos años en el Pirineo occidental: un anillo de oro romano hallado en Donazaharre (Saint-Jean-Le-Vieux) que guarda un asombroso parecido con otro encontrado en 2018 en Zaldua (Auritz–Burguete). Ambas piezas, separadas por apenas unos kilómetros de calzada romana, parecen entablar ahora una conversación que trasciende siglos e incluso fronteras.
El descubrimiento, fruto de las excavaciones realizadas en 2024 en el marco del proyecto transfronterizo PIRENAEUS, liderado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, pone de relieve la importancia de esta calzada romana —la ITER XXXIV— como eje de conexión cultural, comercial y simbólica entre ambos lados del Pirineo.
Durante el acto, la arqueóloga Fanny Larre explicó que el anillo hallado en Donazaharre presenta una piedra azul con la figura grabada de un guerrero romano de pie, apoyado en su lanza, con una espada y un escudo a sus pies. Una iconografía que también se encuentra en otras piezas conservadas en Charente-Maritime y Borgoña, aunque este sería el primer ejemplar localizado en el País Vasco francés. Su «gemelo», el anillo de Zaldua, representa a la Diosa de la Fortuna y la Abundancia, lo que refuerza la hipótesis de que estos valles pirenaicos estaban plenamente integrados en la dinámica del Imperio.
«La presencia de estos objetos, de oro y excelente manufactura, nos habla de un territorio que no era periférico, sino conectado con los grandes centros del Imperio», apuntó Oihane Mendizabal, doctora en Ciencias de la Antigüedad y directora del proyecto.
El acto contó también con la intervención de Ana Ollo, vicepresidenta del Gobierno de Navarra y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, quien destacó el valor del proyecto PIRENAEUS como ejemplo de cooperación transfronteriza sostenida. «Desde que Navarra se incorporó a la Eurorregión en 2017, trabajamos para transformar la muga en una oportunidad. La colaboración entre personas, no solo entre instituciones, es la base para construir una ciudadanía eurorregional», subrayó.
El alcalde de Auritz–Burguete, Unai Irigarai, remarcó los lazos culturales y sociales entre su localidad y Donazaharre: «Somos pueblos muy parecidos, con retos comunes como la despoblación. Este proyecto ha sembrado una semilla para reforzar nuestras relaciones más allá de las fronteras». En la misma línea se expresó Pierre Eyherabide, alcalde de Donazaharre, quien valoró la iniciativa como una forma de implicar a la población local en el conocimiento de su historia compartida.
El proyecto PIRENAEUS, financiado por la Eurorregión, ha permitido excavar en Donazaharre con tecnología actual como la geofísica, y ha impulsado acciones de divulgación, conservación y promoción del patrimonio arqueológico. Además, se han organizado actividades como un curso de verano titulado Los Pirineos occidentales en la Antigüedad, que se celebrará el próximo 24 de julio en Auritz–Burguete, con inscripciones abiertas en la web uik.eus.
Dos anillos. Dos valles. Una misma historia tejida por una calzada milenaria que sigue uniendo territorios, pueblos y personas.