Los valles del entorno del Parque Natural de Urbasa-Andia —como Goñi, Guesálaz, Lezáun o Salinas de Oro— viven con creciente inquietud el anuncio de un nuevo proyecto eólico que amenaza con transformar radicalmente el paisaje y el modo de vida de la zona. Esta vez, la alarma se ha encendido en Azanza y Sarbil, donde se ha planteado la instalación de ocho aerogeneradores de casi 200 metros de altura en fincas privadas, a tan solo un kilómetro del núcleo urbano.
La plataforma Urbasa Andia Bizirik, junto a ayuntamientos y vecindario afectado, ha comenzado a movilizarse contra lo que califican como un proyecto de «interés exclusivamente privado», del que ni instituciones locales ni ciudadanía han sido informadas ni han podido participar. Denuncian, además, que este modelo de implantación supone la privatización de terrenos comunales y un serio riesgo para el presente y futuro de una zona que basa su economía en la agricultura, la ganadería y el turismo rural.
Entre las principales preocupaciones destacan las posibles afecciones a la biodiversidad y a los acuíferos subterráneos, ya que el proyecto se sitúa en pleno corredor ecológico entre Urbasa-Andia y las Peñas de Etxauri, justo sobre el Manantial de Arteta.
Además del impacto ambiental, los colectivos vecinales alertan del riesgo añadido de despoblación, un problema estructural que se vería agravado por este tipo de proyectos, que —denuncian— se imponen desde fuera sin contar con el territorio.
La primera reunión informativa tuvo lugar este pasado viernes 20 en Aizpún, donde decenas de vecinos y vecinas, así como representantes municipales y alcaldes de la zona, mostraron su preocupación y empezaron a organizar respuestas. En las próximas semanas, se prevén nuevas acciones para visibilizar el rechazo social y político a este proyecto y exigir un modelo energético justo y participativo para el medio rural.
Redacción Pamplona Actual.com
