La asociación Nofumadores.org denuncia el acto que llevará a cabo este martes en 1 de julio, en Madrid la fundación Quit like Sweden, promocionada desde la división de protocolo de Prensa Ibérica SL y dirigida a periodistas sanitarios de toda España y que trata de socavar los esfuerzos legislativos españoles de control de tabaco a la vez que impulsa la venta indiscriminada de productos dirigidos a menores como cigarrillos electrónicos y Snus.
Asimismo, Nofumadores.org advierte sobre la campaña internacional “Suecia Libre de Humo”, impulsada por la organización pantalla Health Diplomats, como una maniobra más de la industria tabaquera para frenar el avance del control del tabaco en España y colar por la puerta de atrás sus nuevos productos adictivos. Bajo el disfraz de una iniciativa de salud pública, esta campaña está promoviendo una peligrosa falacia: que la baja prevalencia del tabaquismo en Suecia se debe al uso masivo de productos de “daño reducido” como el snus, los cigarrillos electrónicos o el tabaco calentado.
Raquel Fdez. Megina, presidenta de Nofumadores señala que “esta campaña es puro marketing encubierto y la presentación de un lobby que busca hacer mucho daño. La industria pretende vendernos que Suecia es un modelo a seguir porque ha sustituido el tabaco por otras formas de adicción a la nicotina. Pero los datos dicen otra cosa: la reducción real del tabaquismo en Suecia se ha logrado gracias a décadas de legislación firme, espacios sin humo, cumplimiento riguroso de las leyes y ayudas públicas para dejar de fumar.
¿Quién está detrás de Health Diplomats?
La organización Health Diplomats, financiada por intereses industriales del tabaco, el alcohol y los alimentos ultraprocesados, lanzó en 2023 la campaña “Suecia Libre de Humo” con el objetivo de influir en gobiernos y organismos internacionales, incluyendo a la OMS, para que adopten políticas favorables a los nuevos productos de nicotina. Esta organización se presenta como sin ánimo de lucro, pero no publica información sobre su financiación. Su informe estrella, “La experiencia sueca”, recomienda políticas que son el sueño húmedo del lobby tabaquero: bajada de impuestos al snus, mantenimiento de sabores para atraer a nuevos usuarios y reducción de las regulaciones sobre nicotina.
“El modelo sueco que intentan exportar no es más que una operación comercial”, añade Fernández Megina. “Sus promotores tienen vínculos directos con compañías como Swedish Match o Philip Morris. Pretenden que cambiemos cigarrillos por bolsitas de nicotina y vapeadores, perpetuando la adicción en nuevas generaciones.”
Los datos reales de Suecia: menos humo, pero más nicotina
La propia Agencia de Salud Pública de Suecia ha dejado claro que el éxito del país nórdico se debe a medidas clásicas de control del tabaco: espacios sin humo desde hace décadas, prohibición efectiva de la venta a menores, cumplimiento normativo ejemplar y ayudas universales para dejar de fumar desde 1998. Todo ello ha tenido un impacto real en el descenso del tabaquismo, especialmente entre los jóvenes.
“El 3 % de los jóvenes suecos fuma a diario, frente al 7,5 % en España”, apunta la presidenta de Nofumadores.org. “La diferencia no está en el snus, sino en el cumplimiento de la ley. Aquí, los menores acceden al tabaco y la nicotina fácilmente a través de máquinas expendedoras, tiendas de conveniencia y estancos que no piden el DNI.”
Sin embargo, Suecia no es un país libre de humo según los criterios de la OMS, que fijan ese umbral en menos del 5 % de fumadores. El país aún registra un 11 % de fumadores y un 25 % de usuarios de productos con nicotina. Desde la introducción del snus blanco, también conocido como bolsas de nicotina, en 2016, su consumo se ha disparado entre las mujeres jóvenes, al igual que el uso de cigarrillos electrónicos. Muchos de estos nuevos consumidores no habían fumado nunca, lo que indica una puerta de entrada, no de salida.
“No podemos permitir que se utilice a Suecia como coartada para debilitar la legislación en España”, advierte Fernández Megina. “La reducción del daño no puede consistir en cambiar una adicción por otra. Nuestro objetivo debe ser un continente libre de tabaco y de nicotina no medicinal.”
Conflictos de interés de los ponentes
Según denuncia Nofumadores, varios de los impulsores del modelo "Smoke Free Sweden" mantienen estrechos vínculos con la industria tabaquera o con organizaciones pantalla financiadas por ella. Suely Castro ha estado afiliada a la Foundation for a Smoke-Free World, creada y financiada por Philip Morris International (PMI), lo que plantea dudas serias sobre su independencia. Anders Milton, presidente de la Comisión del Snus y propietario de Milton Consulting, coautor del informe "Smoke Free Sweden", ha colaborado directamente con Delon Human y Karl Fagerström, ambos con historial de financiación o colaboración con Swedish Match y otras tabacaleras. Milton también participó en estudios pro-industria, incluido el que afirmaba sin evidencia que los cigarrillos electrónicos son un 95% más seguros que el tabaco combustible, una cifra muy cuestionada por expertos independientes.
Además según Nofumadores, el último de los ponentes, Lorenzo Montanari, pertenece a la fundación Tholos, la cual ha estado vinculada a campañas contra la Convención Marco de la OMS para el Control del Tabaco (FCTC), colaborando con grupos como CoEHAR de Riccardo Polosa, quien también tiene un largo historial de vínculos con la industria del vapeo. Josep Maria Ramon Torrell, activista español pro-"reducción del daño", firmante del Decálogo de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo y defensor del uso de productos de nicotina alternativos alineándose con los intereses comerciales de las grandes tabacaleras, más que con la evidencia en salud pública.
¿Qué es la fundación Tholos?
Nofumadores señala que la Fundación Tholos se presenta como una organización sin fines de lucro centrada en la defensa de políticas económicas de libre mercado, pero en la práctica actúa como un engranaje clave en el ecosistema de influencia de la industria tabacalera. A través de informes, campañas de presión política y participación en foros internacionales, Tholos promueve activamente la narrativa de la "reducción de daños" con productos como los cigarrillos electrónicos, el tabaco calentado y las bolsitas de nicotina. Esta línea coincide de forma directa con los intereses comerciales de las grandes tabacaleras, ya que se opone sistemáticamente a regulaciones como las prohibiciones de sabores, los límites de nicotina o la fiscalidad diferenciada. La fundación opera mediante una red más amplia encabezada por Americans for Tax Reform (ATR) y su filial Property Rights Alliance, desde donde despliega su discurso bajo las banderas de los derechos de propiedad y la libertad del consumidor.
Esta organización apunta que aunque no existen registros públicos de financiación directa de tabaqueras a la Fundación Tholos, su presidente Grover Norquist ha estado históricamente vinculado a Philip Morris y R.J. Reynolds mediante ATR, organización que recibió millones de dólares para actuar como una “voz creíble y no tabaquera” contra políticas de salud pública. El vicepresidente de Tholos, Lorenzo Montanari, y otros miembros clave han promovido informes claramente alineados con los intereses del lobby del tabaco, y han intervenido ante parlamentos y medios en defensa de una regulación permisiva para estos productos. Todo esto evidencia una relación simbiótica en la que Tholos proporciona cobertura intelectual y legitimidad externa a una estrategia corporativa centrada en mantener, e incluso aumentar, el consumo de nicotina y asegurar la viabilidad comercial de los productos "alternativos" al cigarrillo tradicional.