Cada mañana, cuando el reloj marca las 6:45, la plaza del Ayuntamiento de Pamplona se convierte en el punto de partida de uno de los rituales más entrañables de los Sanfermines: las Dianas. Con la ciudad aún entre sombras y luces del amanecer, la banda municipal de música La Pamplonesa inicia su recorrido por las calles del Casco Viejo, marcando el despertar festivo al son de cuatro partituras interpretadas sin orden fijo y casi sin pausa.
A esa hora tan temprana, confluyen en un mismo escenario mundos muy distintos: trabajadores colocando el vallado del encierro, operarios de limpieza poniendo a punto el recorrido, madrugadores que buscan buen sitio para ver la carrera y quienes, tras una larga noche de fiesta, se resisten a darla por terminada. Todos ellos se ven envueltos por el inconfundible sonido de La Pamplonesa, que con su humor, su cercanía y su música crea una atmósfera única en la que se mezcla el baile, la broma y la emoción.
En palabras del sentir popular, si los Sanfermines son la suma de momentos mágicos, únicos y a veces imprevisibles, las Dianas ocupan un lugar de privilegio entre esos instantes. Son uno de los actos más queridos por pamploneses y pamplonesas, que reconocen en este paseo musical un símbolo de identidad y de alegría compartida.
La Pamplonesa nacida en 1920 como respuesta a la escasa conexión que generaban las antiguas bandas militares, ha sabido ganarse el corazón de la ciudad. Fundada por impulso de Silvanio Cervantes, Manuel Zugarrondo y Vicente Sádaba, su propósito fue dotar a Pamplona de una banda civil cercana a su gente, y más de un siglo después, es parte inseparable de las fiestas.
Su papel no se limita solo a acompañar a la corporación municipal en actos oficiales o a animar la plaza de toros: La Pamplonesa es alma sonora de las mañanas sanfermineras, y en las Dianas, su complicidad con el público convierte cada paseo en una pequeña celebración compartida. Una melodía que no despierta solo a la ciudad, sino también al espíritu festivo de quienes viven estas fiestas con el corazón.