Las casas Eskimohaus revolucionan el sector de la construcción, garantizando confort sin gasto energético, sin hipoteca energética, fijando CO₂ durante su construcción y consiguiendo entornos confortables y llenos de bienestar.
La empresa Papik Cases Passives construye las casas Eskimohaus, capaces de garantizar el confort interior con un gasto energético mínimo. Este logro no solo es un reto, sino una necesidad en un clima con temperaturas extremas habituales. Otro aspecto destacado de estas casas es que su coste es muy atractivo al calcular su rentabilidad, ya que el ahorro energético permite reducir la hipoteca energética hasta cero. Además, lograr que su construcción contribuya a mitigar el cambio climático, causante de la actual emergencia climática, puede considerarse una auténtica revolución. Sobre todo, en un sector que hasta ahora dependía de las industrias más contaminantes del país.
Las casas Eskimohaus representan una nueva revolución en la construcción de viviendas, fruto de más de veinte años de experiencia en construcción con criterios de eficiencia energética y arquitectura bioclimática. Esta dilatada experiencia ha permitido a la empresa líder del sector de la construcción sostenible y de muy alta eficiencia energética crear este nuevo concepto que une eficiencia energética, bienestar y cuidado del medio ambiente.
Eficiencia energética y ahorro económico
Una de las características más destacadas de las casas Eskimohaus es su capacidad para reducir drásticamente el consumo energético. Cada vivienda se diseña para funcionar con mínimas necesidades de calefacción o refrigeración, mediante un diseño inteligente, una envolvente térmica muy aislante, ventanas de alto rendimiento y ventilación mecánica con recuperador de calor.
Según datos internos, estas casas pueden consumir hasta un 90 % menos de energía que una vivienda convencional, logrando consumos anuales inferiores a 15 kWh/m², mientras que la media en el país supera los 94 kWh/m² anuales. Esta drástica reducción del consumo energético diario también implica reducir la llamada hipoteca energética: el gasto económico necesario para garantizar el confort interior.
En paralelo, si se incorporan sistemas fotovoltaicos combinados con baterías, se puede alcanzar la autosuficiencia energética. El ahorro económico puede multiplicarse, lo que convierte a las casas Eskimohaus en una inversión muy rentable y segura.
Bienestar y confort
Los beneficios también se trasladan al confort interior. Gracias a la estanqueidad de la envolvente y al control de la ventilación, se consigue una temperatura estable durante todo el año, sin corrientes de aire ni humedades.
Además, el sistema de filtros permite disfrutar de un aire interior libre de polen, contaminación e insectos. Un aire interior más limpio que en el exterior. Por otro lado, los materiales naturales y libres de tóxicos ofrecen un entorno saludable y seguro para toda la familia.
La falta de confort y bienestar en casa es una fuente de estrés que afecta a todos los ámbitos de la vida y la salud.
Medio ambiente
Junto a los beneficios económicos y para la salud, la eficiencia energética implica una reducción de las emisiones asociadas a la generación de energía. Actualmente, el sector residencial consume un 20% total de energía de España.
Las casas Eskimohaus se construyen con materiales naturales y sostenibles, como la madera estructural, de bajo impacto ambiental. La madera utilizada proviene de bosques gestionados de manera responsable; mediante los sellos PEFC y FSC se garantiza que por cada árbol talado se planta uno nuevo, manteniendo o incrementando la masa forestal para su explotación sostenible.
Además, la madera actúa como sumidero de CO₂. De hecho, cada casa Eskimohaus absorbe y ahorra entre 40 y 60 toneladas de CO₂ en comparación con una casa tradicional, contribuyendo activamente a la reducción de emisiones globales.
“¿Qué sentido tiene consumir una energía que podríamos ahorrar construyendo con alta eficiencia energética? Estamos tirando el dinero y la energía y, de paso, contaminamos nuestro entorno haciéndolo menos habitable. No tiene ningún sentido y, con las casas Eskimohaus, eso se ha terminado: el vatio más eficiente y menos contaminante es aquel que no se consume", resalta Nico Gibert, director de comunicación de Papik Cases Passives.
La empresa Papik Cases Passives ha apostado por este nuevo paradigma desde su fundación y ahora le ha puesto nombre: Casas Eskimohaus. Un término que evoca a la cultura inuit por su capacidad para generar calor en climas extremos. La empresa ha sido pionera en la construcción de casas certificadas Passivhaus y poco a poco se ha convertido en referente, con casi medio centenar de casas certificables bajo este exigente estándar construidas.
Esta dilatada experiencia ha permitido a la empresa líder del sector de la construcción sostenible crear este nuevo concepto, que surge como una alternativa real y contrastada frente al auge de ofertas de casas prefabricadas que se presentan como sostenibles, pero que a menudo no aportan mucha más eficiencia de la que ya estipula el Código Técnico de Edificación (CTE) de obligado cumplimiento.
Papik Cases Passives representa un ejemplo de innovación constructiva con vocación de futuro. Sus casas no solo responden a los retos ambientales actuales, sino que anticipan los estándares de vivienda que marcarán las próximas décadas.