Este miércoles concluye el periodo de consultas del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en la planta de BSH Esquíroz, una negociación marcada por la tensión, la falta de consenso y la angustia de cientos de familias navarras ante el cierre de la histórica fábrica de electrodomésticos, anunciada en diciembre y que supondrá el mayor expediente de este tipo en la historia reciente de Navarra.
Desde las 10 de la mañana, comité de empresa y dirección mantienen la que podría ser la última reunión dentro del periodo legalmente establecido, aunque el comité ha solicitado formalmente una prórroga para intentar avanzar en un acuerdo que minimice el impacto social. Sobre la mesa, siguen pendientes cuestiones claves como las condiciones de las indemnizaciones y los criterios de recolocación y exclusión.
Posturas enfrentadas y escasos avances
La dirección de BSH ha elevado su última oferta de indemnización a 38 días por año trabajado hasta 2012 y 29 días por año posterior, con un tope de 18 mensualidades. Esta cifra mejora su propuesta inicial, que era de 20 y luego 25 días por año, según señala Diario de Navarra.
El comité de empresa insiste en que las causas alegadas por la compañía -productivas y organizativas- no justifican el cierre, defiende la viabilidad de la planta y mantiene que las compensaciones son insuficientes ante la magnitud del impacto social.
Solo se han excluido del ERE a los trabajadores de la bomba de calor, quienes serán prejubilados y aquellos que soliciten excedencias voluntarias.
Una plantilla movilizada y en lucha
El periodo de consultas llega a su fin tras siete meses de movilización ininterrumpida. Las últimas semanas han estado marcadas por movilizaciones en Pamplona y concentraciones masivas ante la sede del departamento de Industria, donde hoy se han reunido las partes. La plantilla no solo denuncia la pérdida de 609 empleos directos, sino también el futuro de más de 400 empleos indirectos ligados a la actividad de la planta.
La tensión se ha vivido hoy incluso en las inmediaciones de los edificios donde se celebraba la negociación, con trabajadores increpando a directivos de la compañía, reflejo del clima de frustración e impotencia entre quienes consideran este cierre una “masacre” laboral sin precedentes.
Escenarios abiertos
El horizonte inmediato sigue abierto. Si no se alcanza un acuerdo, el comité de empresa se plantea recurrir el expediente en los tribunales. Tampoco se descarta una prórroga de las negociaciones, si la dirección accede a la petición sindical. Mientras tanto, el Gobierno de Navarra y el Ministerio de Industria siguen reclamando a la multinacional una mayor flexibilidad temporal para poder atraer inversores interesados en la reindustrialización de la planta.
El presidente del comité, Juanjo Hermoso de Mendoza (LAB), ha reiterado que se luchará “hasta el último aliento”.