La Guardia Civil de Navarra, en colaboración con Funcionarios de Instituciones Penitenciarias, detuvo el pasado 19 de julio a un interno que intentaba introducir drogas en el Centro Penitenciario de Pamplona.
La operación, enmarcada en un programa de controles preventivos para reprimir el tráfico y consumo de drogas en cárceles, contó con la participación del can “FOX”, un pastor belga malinois del Servicio Cinológico de Navarra. Durante un registro selectivo en el control de acceso de internos, el can alertó sobre la presencia de sustancias ilícitas en un penado que regresaba tras un permiso de salida.
Los agentes descubrieron cuatro planchas de hachís, con un peso de 188 gramos, ocultas bajo las plantillas de sus zapatillas deportivas. Tras mostrar una actitud sospechosa, el detenido fue trasladado al Hospital Universitario de Navarra, donde se localizaron cinco cuerpos extraños en su vía rectal.
Estos objetos, con un peso aproximado de 200 gramos, contenían MDMA y cocaína, según confirmaron los narcotests realizados.
Las sustancias fueron intervenidas, y el interno enfrenta cargos por un delito contra la salud pública.
Las diligencias han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Pamplona para su procesamiento.