A sus 22 años, Alejandro Crespo es un ejemplo de que la diabetes no tiene por qué convertirse en un límite. El joven de Cintruénigo, que compite en triatlón y duatlón, recibió el diagnóstico de diabetes tipo 1 hace dos años, un golpe que recuerda como demoledor: «Me quería morir. Pensaba que todo se había acabado, que el deporte había llegado a su fin».
Lejos de rendirse, Crespo encontró en la constancia y el autocontrol la clave para integrar la enfermedad en su vida diaria y en su carrera deportiva. Con la ayuda de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI), logró recuperar la motivación, aprender a convivir con el glucómetro y diseñar rutinas en las que controlar la glucosa, planificar la alimentación y escuchar cada señal de su cuerpo son ya parte inseparable de su día a día.
La confirmación de que podía seguir en las competiciones llegó en la carrera Hiru Herri. «Fue muy duro, lo pasé fatal, pero lo más importante fue ver que podía cumplir las mismas metas que antes de debutar en diabetes», afirma. Desde entonces, Crespo no solo ha vuelto a competir, sino que también ha subido al pódium en numerosas ocasiones.
Hoy, como miembro del Triatlón Forjadores, acumula títulos como el de campeón navarro de triatlón y duatlón sub-23 en 2023, subcampeón de España en media distancia y en distancia estándar (grupo de edad 20-24), séptimo de Europa y tercero en el mundial de larga distancia en Pontevedra en la misma categoría. Su receta, asegura, es clara: «Constancia, disciplina y conocerse a sí mismo. Muchas veces ni siquiera tengo que mirar el glucómetro para saber cómo estoy. Si conoces tu cuerpo, la diabetes y aprendes a escuchar sus sensaciones, la diabetes no supone ningún freno para el deporte».
Con la mirada puesta en su próximo gran reto, el Full Ican Gandía en octubre, Crespo quiere transmitir un mensaje positivo a los jóvenes recién diagnosticados: «Lo que tenías pensado antes de debutar en diabetes puedes seguir intentándolo. Hay una época de adaptación complicada, pero con constancia puedes seguir cumpliendo tus metas y tus sueños, tanto en el deporte como fuera de él».
Desde ANADI recuerdan que el ejercicio es uno de los pilares básicos en el manejo de la diabetes, junto con la alimentación y el tratamiento farmacológico. «Practicarlo de forma regular ayuda a controlar la glucosa, aumentar la sensibilidad a la insulina, mejora la salud física y también el ánimo», señalan. La asociación cuenta además con un club deportivo que fomenta la práctica de ejercicio y asesora a personas con diabetes para hacerlo de forma segura.