El conflicto laboral en el centro Benito Menni de Elizondo sigue sin vislumbrar una solución. La plantilla ha anunciado la convocatoria de dos semanas adicionales de huelga, del 25 de agosto al 7 de septiembre. Con ello, serán ya 64 los días de paro acumulados en los últimos nueve meses.
El personal protesta contra lo que califican de “despreocupación” tanto de la empresa gestora, Hermanas Hospitalarias, como del Gobierno de Navarra, a quienes responsabilizan de la grave situación que atraviesa el centro, especializado en la atención de personas con problemas de salud mental.
El conflicto se remonta a noviembre del pasado año, cuando Hermanas Hospitalarias, con autorización del Ejecutivo foral, decidió cerrar uno de los tres edificios del complejo. Según la plantilla, esta decisión respondía a un objetivo de “maximización del beneficio empresarial” y no a razones asistenciales.
Desde entonces, denuncian que la empresa se ha negado a reunirse para abordar las consecuencias de aquel cierre ni a atender sus demandas en la negociación del convenio colectivo. En paralelo, los representantes sindicales de ELA aseguran haber trasladado en marzo al Gobierno de Navarra la “situación crítica” del centro, sin que hasta la fecha se haya dado respuesta.
El sindicato subraya además que el Ejecutivo foral mantiene en régimen de monopolio el servicio de atención en salud mental subcontratado a la Congregación de Hermanas Hospitalarias, lo que, a su juicio, limita las opciones y “pone el negocio por delante de la calidad asistencial”.
Calendario de movilizaciones
Además de las nuevas jornadas de huelga, la plantilla ha convocado distintos actos de protesta:
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29 de agosto: Caravana de coches por las calles de Elizondo.
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3 de septiembre: Concentración a las 11:00 horas frente a la sede de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra en Pamplona.
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5 de septiembre: Concentración a las 19:30 horas frente al Ayuntamiento de Elizondo.
Los trabajadores insisten en reclamar una negociación “real” que tenga en cuenta las consecuencias del cierre y garantice tanto unas condiciones laborales dignas como la calidad del servicio. “La maximización del beneficio no puede hacerse a costa del cuidado de las personas”, remarcan.