El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha ratificado la condena de cuatro años y 10 meses de prisión para un hombre acusado de homicidio en grado de tentativa con agravante de parentesco, quebrantamiento de condena y maltrato. El incidente ocurrió en un estanco de Guadalajara, donde el acusado intentó acuchillar a su expareja. Además, se le ha impuesto una multa de un mes con una cuota diaria de seis euros.
El relato de los hechos indica que el procesado irrumpió en el estanco donde trabajaba su expareja, pateando la puerta y acercándose al mostrador. Allí, sacó un cuchillo y amenazó a la mujer con las palabras: «te voy a matar, me has arruinado la vida, me has mandado a la cárcel hija de puta, zorra». La víctima, en un intento por defenderse, utilizó una silla mientras pedía ayuda a su compañero de trabajo. El acusado intentó agredirla con el cuchillo en dos ocasiones, pero ella logró esquivarlo.
Intervención de testigos y familiares en el incidente
Un compañero de trabajo y un cliente intervinieron para proteger a la mujer, logrando desarmar al agresor y sacarlo del mostrador. Posteriormente, el hermano de la víctima llegó al lugar y fue atacado por el procesado, quien lo agarró del cuello y le advirtió: «tú y yo ya hablaremos hijo de puta que a ti también te voy a...». La situación fue controlada gracias a la rápida reacción de las personas presentes en el establecimiento.
El día anterior al incidente, el condenado había enviado mensajes de audio a través de WhatsApp al hijo menor de ambos. En estos audios, profería amenazas y expresiones de odio hacia su expareja, como "el karma la va a matar (…) por puta", “te va a tocar el cáncer que te va a entrar, a tu madre, hija de puta que es”, entre otras. Estos mensajes reflejan el estado de ánimo del agresor y su intención de causar daño a la víctima.
Historial de violencia de género del acusado
El procesado tenía una orden de alejamiento y prohibición de comunicación con la víctima, debido a condenas anteriores por amenazas en el ámbito de la violencia de género. Este historial de violencia y el incumplimiento de las medidas cautelares impuestas por el tribunal agravan la situación del acusado, quien ha demostrado un patrón de comportamiento violento y amenazante.
La Sala del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha considerado que la acción del acusado representó un riesgo real para la vida de la víctima. A pesar de que el cuchillo no llegó a herir a la mujer, la intervención de los testigos y la resistencia de la víctima fueron cruciales para evitar un desenlace fatal. La sentencia refleja la gravedad de los hechos y la necesidad de proteger a las víctimas de violencia de género.
En conclusión, la ratificación de la condena por parte del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha subraya la importancia de la justicia en casos de violencia de género. La condena busca no solo castigar al agresor, sino también enviar un mensaje claro sobre la intolerancia hacia este tipo de delitos. La protección de las víctimas y la prevención de futuros actos de violencia son prioridades en el sistema judicial.
