La Fundación Baluarte ha presentado su primer Plan Estratégico, que guiará su trayectoria y la de la Orquesta Sinfónica de Navarra en el periodo 2025-2028. Este documento establece seis líneas de actuación clave para consolidar a la fundación como un motor cultural en la Comunidad Foral. Las áreas de enfoque incluyen el cambio organizativo, alianzas culturales, diversificación de públicos, innovación en formatos, comunicación y evaluación del impacto.
En la presentación participaron la consejera de Cultura, Deporte y Turismo, Rebeca Esnaola, y el director gerente de la Fundación Baluarte, Rubén Jauquicoa. También estuvieron presentes Virginia Suárez, responsable de recursos humanos de la fundación, y Roberto Gómez, director de la consultora ‘Conexiones improbables’, que contribuyó a la elaboración del plan.
Excelencia artística y cohesión social
Durante su intervención, Esnaola subrayó que el plan marca un nuevo camino para la Fundación, basado en un análisis detallado y la experiencia acumulada. Destacó la importancia de la entidad como un actor comprometido con la sociedad y la excelencia artística, con una oferta de calidad que promueve la cohesión social y territorial en Navarra. La consejera enfatizó la necesidad de fortalecer la red de alianzas para fomentar una sociedad más inclusiva en el ámbito cultural.
Por su parte, Jauquicoa compartió datos recientes sobre el impacto de la Fundación, incluyendo más de 1.500 abonados en temporadas pasadas y más de 20.000 beneficiarios del Programa Educativo y Social. Celebró el crecimiento del público joven y destacó el papel de la fundación como embajadora de la Marca Navarra, atrayendo a artistas de prestigio internacional.
Adaptación a los nuevos tiempos
Jauquicoa explicó las seis líneas estratégicas del plan. En el ámbito organizativo, se busca mayor cohesión entre la Fundación y la Orquesta, actualización de marcos laborales y una gestión más profesional. En cuanto a alianzas, se impulsarán convenios estables con instituciones culturales, educativas y sociales, tanto dentro como fuera de Navarra, para proyectos conjuntos.
En diversificación de públicos, se desarrollarán programas para la juventud y se promoverán actividades inclusivas. Respecto al desarrollo de formatos, la Fundación apuesta por programaciones innovadoras e interdisciplinares. En comunicación, se prevé un plan global que abarque todas las dimensiones comunicativas, incluyendo la interna, externa y digital.
Finalmente, en evaluación del impacto, se implementará un sistema de indicadores para medir el valor aportado en términos de diversidad de públicos alcanzados, impacto social y sostenibilidad del modelo organizativo. Virginia Suárez enfatizó la aspiración de la Fundación de consolidarse como un motor cultural en Navarra, destacando la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos con más flexibilidad e innovación.
Un esfuerzo colaborativo
El Plan Estratégico 2025-2028 es el resultado de la implicación de más de 50 personas y 40 horas de trabajo colaborativo, impulsado por el patronato de la Fundación con el respaldo del Departamento de Cultura, Deporte y Turismo y asesoramiento de ‘Conexiones improbables’. Roberto Gómez, director de la consultora, destacó la importancia de la escucha y el diálogo en el proceso, que ha dado al plan un carácter técnico y humano.