El Ayuntamiento de Pamplona ha concluido que la tala de 113 árboles realizada por la Universidad de Navarra el pasado agosto en su campus no se ajusta a la legalidad. Así lo ha determinado la Junta de Gobierno tras estudiar un informe de la Asesoría Jurídica municipal, que desestima las alegaciones de la entidad académica y confirma la medida cautelar de paralización de los apeos hasta que exista una licencia expresa.
La universidad taló un total de 123 ejemplares —chopos lombardos y álamos de distintos calibres— en las inmediaciones de la carretera, a ambos márgenes del río Sadar, así como junto al Colegio Mayor Belagua y el edificio Central. De ellos, solo 10 podrían considerarse legalizables por razones de seguridad, según el Servicio de Zonas Verdes. El resto, 113 árboles, se cortaron sin justificación técnica suficiente y sin la preceptiva autorización municipal.
El informe jurídico recalca que no cabe silencio administrativo positivo en estos casos: cualquier tala requiere licencia urbanística expresa, más aún cuando el arbolado está catalogado como Bien Natural con grado 2 de protección. Para una intervención así, sería necesario un informe técnico favorable y una propuesta de restauración del arbolado, requisitos que no se cumplían.
Además, el Consistorio rechaza que existiera un riesgo inminente para la seguridad, tal como argumentó la Universidad de Navarra. Los técnicos municipales ya habían mostrado su desacuerdo con la valoración de riesgo presentada por la entidad en anteriores comunicaciones, y subrayan que el apeo ejecutado constituía “una tala generalizada sin atender al estado particular de cada ejemplar”.
Tras desestimar las alegaciones, el Ayuntamiento iniciará un expediente sancionador que podría derivar en una multa y en la obligación de reponer el arbolado talado sin licencia. La institución académica deberá presentar un Plan de Repoblación de Arbolado, conforme a los criterios de la Norma Granada, cuantificando la inversión equivalente al valor de los árboles retirados. Este plan, que la universidad denomina ya “Plan para la Renaturalización del Campus”, deberá incluir tanto los apeos ejecutados como los pendientes, y servirá de base para autorizar futuras actuaciones.
El Ayuntamiento recuerda que la Ley Foral le habilita para adoptar medidas cautelares para proteger la legalidad urbanística y evitar riesgos ambientales. Y adelanta que, para la parte de la tala que sí pueda ser legalizada administrativamente, se exigirá la plantación de un número similar de ejemplares.
Con este proceso, el Consistorio quiere garantizar que cualquier intervención futura en el arbolado del campus se realice de manera ordenada, justificada y con la debida compensación ambiental.


