El Parlamento de Navarra ha tumbado este jueves las enmiendas a la totalidad presentadas por UPN, PPN y el Grupo Mixto contra el Proyecto de Presupuestos Generales de Navarra para 2026. La mayoría progresista —PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin— cerró filas para impedir la devolución del texto al Gobierno foral, mientras que los grupos proponentes intercambiaron apoyos entre sí en un intento fallido por bloquear el proyecto.
Con este primer filtro superado, el debate presupuestario entra en su fase decisiva. Entre el 1 y el 12 de diciembre, la Comisión de Economía y Hacienda analizará las enmiendas parciales. El dictamen resultante llegará al Pleno el 18 de diciembre, fecha en la que se prevé la votación definitiva.
El proyecto, cifrado en 6.741,5 millones de euros, fue admitido a trámite el pasado 3 de noviembre. Del total, 6.318,6 millones corresponden al gasto no financiero —Gobierno, Parlamento y Consejo de Navarra—, mientras que 422,9 millones se reservan a la amortización de deuda e intereses. El techo de gasto no financiero crece un 5,2% respecto a 2025, lo que supone 332 millones más.
Las críticas de la oposición: “continuismo”, “fiscalidad asfixiante” e “ineficacia”
UPN justificó su enmienda alegando que las cuentas “carecen de las mínimas garantías para asegurar una correcta asignación de los fondos públicos”. El grupo regionalista denunció que los Presupuestos están “encadenados” a ejercicios anteriores y asentados en una política fiscal que “lastra” a familias y empresas. Subrayan, además, la “contradicción” entre los “niveles históricos de gasto” y la “desatención” de servicios básicos como salud o vivienda. También cargaron contra el creciente peso de EH Bildu en la elaboración del proyecto.
En términos similares, el PPN calificó las cuentas de “continuistas” y acusó al Gobierno de no responder a los grandes retos de Navarra: pérdida de competitividad, pobreza creciente, déficit en infraestructuras, fuga de empresas y crisis de acceso a la vivienda. Los populares denunciaron la “elevada presión fiscal” y una gestión “ineficaz”, con especial mención a las listas de espera sanitarias y al ciclo educativo 0-3, que consideran “lejos de ser universal”.
El Grupo Mixto, por su parte, criticó un presupuesto que ve “extractivo y recaudatorio”, orientado —según sostienen— a alimentar la burocracia y a satisfacer “intereses de unos pocos”. Alertaron de una fiscalidad “depredadora”, un gasto social “ineficaz” y un insuficiente apoyo al tejido productivo, además de reprochar al Ejecutivo políticas “innecesarias” de promoción del euskera.
La mayoría parlamentaria reivindica las cuentas: “más de la mitad para gasto social”
Desde el bloque que sostiene al Gobierno, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin defendieron el “carácter social” de los Presupuestos. Según remarcaron, el 54,5% del gasto se destinará a sanidad, educación, derechos sociales, vivienda y cultura: más de 3.400 millones en políticas para combatir desigualdades, reforzar servicios públicos, ampliar el acceso a la vivienda e incentivar el empleo de calidad.
EH Bildu, que volvió a respaldar al Ejecutivo en este trámite, reivindicó que las cuentas “priorizan a la ciudadanía por encima de intereses partidistas” y subrayó que sus aportaciones buscan “fortalecer unos servicios públicos sólidos, universales y gratuitos”, especialmente orientados a los colectivos más vulnerables.
Mientras la oposición denuncia continuismo y falta de impulso económico, el Gobierno y sus aliados destacan la apuesta social y el refuerzo del Estado del Bienestar. El debate ahora se traslada al detalle de las enmiendas parciales, donde se librará la última batalla antes de la aprobación —o no— del Presupuesto de Navarra para 2026.



