Geoalcali, empresa promotora del proyecto minero Mina Muga, ha emitido este lunes un comunicado en el que reivindica el carácter «estratégico» de la iniciativa y denuncia los intentos de «desacreditar» el proyecto mediante «afirmaciones generales, populistas o sin respaldo técnico». La compañía sostiene que algunos grupos han adoptado «posiciones negacionistas» sin aportar información científica que apoye sus críticas y subraya que el debate público «debe basarse en hechos, conocimiento y responsabilidad».
Sin relación con las actividades investigadas por la UCO
La empresa afirma que no mantiene «ninguna relación» con las actividades investigadas por la UCO, que afectarían «exclusivamente a terceros ajenos a la compañía». Señala que el informe preliminar sitúa a Mina Muga «únicamente como contexto» y no atribuye a Geoalcali participación ni conducta delictiva alguna. Añade además que es «una perjudicada más» y que se reserva la posibilidad de exigir responsabilidades para proteger su reputación e intereses.
Recuerda igualmente que Mina Muga «no constituye una adjudicación pública ni un contrato licitado por la Administración», sino un proyecto privado.
Rechazo a la instrumentalización política del proyecto
Geoalcali muestra su rechazo a «cualquier intento de instrumentalizar el proyecto con fines políticos» y asegura mantener un «compromiso firme con la legalidad, la transparencia y la colaboración con las autoridades». La empresa insiste en que no asumirá las consecuencias reputacionales derivadas de actuaciones ajenas.
Aclara que no adjudicó una obra de 57 millones a la UTE Servinabar-Acciona
La compañía puntualiza que la obra civil —una de las tres grandes obras de Mina Muga— fue adjudicada a Acciona en abril de 2024 por un importe de 57 millones de euros. Explica que en 2016 se negoció un acuerdo no vinculante con la UTE Acciona-Servinabar, pero que dicho acuerdo «no llegó a prosperar».
La Declaración de Impacto Ambiental favorable sigue vigente
En relación con informaciones que cuestionan la DIA, Geoalcali rechaza «rotundamente» dichos planteamientos y defiende la vigencia y validez de la Declaración de Impacto Ambiental, obtenida hace más de cinco años.
La empresa subraya que el proyecto aprobó, en coordinación con las administraciones, la producción de sal vacuum y el sistema de backfilling seco, un método pionero avalado por expertos y aprobado por los gobiernos de España, Navarra y Aragón. Añade que la opción de Remolinos «solo se valoró en fases muy preliminares» y se descartó por inviabilidad técnica.
14 años de tramitación y más de 80 informes favorables
Geoalcali recuerda que Mina Muga es «uno de los proyectos más exhaustivamente evaluados de España», con 14 años de tramitación, 80 informes favorables, 15 periodos de información pública y más de 1.200 alegaciones respondidas, bajo supervisión de administraciones de distinto signo político y con 15.000 folios de documentación técnica.
La empresa afirma haber mantenido una comunicación «abierta y constante» con administraciones y grupos de interés, en un contexto político que ha cambiado durante este largo proceso.
Compromiso con sacar adelante un proyecto “estratégico para España y Europa”
El comunicado insiste en que Mina Muga generará hasta 7.000 empleos directos e indirectos y será «motor de desarrollo sostenible» para la región, además de contribuir a frenar la despoblación.
Geoalcali subraya que el proyecto es clave para la «seguridad alimentaria y la soberanía estratégica» de España y la UE, dado que la potasa es un recurso esencial para la agricultura y Europa depende en gran medida de Rusia y Bielorrusia.
Mina Muga
Mina Muga es un proyecto de extracción de potasa ubicado entre Navarra y Aragón, promovido por Geoalcali, filial de Highfield Resources. Contempla una inversión inicial superior a 150 millones de euros y una previsión adicional de 700 millones. Su estimación de facturación anual asciende a 450 millones y prevé un impacto fiscal notable: más de 1.200 millones en IVA neto y 2.200 millones en Impuesto de Sociedades.
La empresa recuerda que se trata de un proyecto «no deslocalizable» con alto potencial industrial y social para la zona.



