Vecinas y vecinos de Fitero han salido públicamente a denunciar lo que consideran un abandono sistemático de sus carreteras y de la seguridad de sus habitantes y visitantes. Según indican, la situación en la N-113 y la NA-6900 sigue siendo crítica, con consecuencias trágicas: en 2024 se registraron 23 fallecidos en la N-113 y, hasta la fecha de 2025, 28 personas han perdido la vida en este tramo.
Desde el municipio recalcan que la futura autovía proyectada no resolverá el problema, ya que implicará recorrer el doble de kilómetros y los camiones continuarán circulando por Fitero, poniendo en riesgo tanto a residentes como a los miles de visitantes que atrae el complejo hotelero Baños de Fitero, el mayor de Navarra. «Nos quieren traer más tráfico de camiones por una carretera donde no caben ni dos coches», advierten los vecinos.
Por otro lado, la NA-6900, otro de los puntos negros del municipio, solo ha recibido mejoras en poco más de un kilómetro de sus 20 kilómetros de extensión, dejando el resto de la vía sin actuaciones de ampliación o reasfaltado.
Los fiteranos exigen soluciones inmediatas: el desdoble de la N-113 en la parte navarra o, como alternativa, la implantación de un carril 2+1 similar al de la N-121-A, así como inversiones completas en la NA-6900. «En Fitero no somos navarros de tercera clase. Nuestras vidas tienen la misma importancia que las de cualquier otro ciudadano», aseguran en un comunicado.
La queja también pone el foco en el transporte público, que consideran precario, y la falta de conexión de la estación de tren de Castejón con el municipio. Asimismo, critican la gestión de la consejera Berta Miranda, de quien dicen que «no ha estado en Fitero en su vida ni se ha montado en un bus».
Los vecinos llaman a las autoridades competentes a actuar de manera urgente para evitar más tragedias y reclaman inversiones que garanticen la seguridad vial y el bienestar de los habitantes y visitantes del municipio.





