La demanda de perfiles técnicos y especializados no ha dejado de crecer, y elegir el centro adecuado marca la diferencia. En este contexto, Davante vuelve a destacar en lo más alto: por quinto año consecutivo, lidera el ranking nacional de centros de FP. Este reconocimiento se debe a su apuesta por una enseñanza práctica, oficial y conectada con la realidad del mercado. La escuela representa una vía directa hacia el empleo de calidad y una carrera profesional sólida.
Formación práctica y oficial orientada al empleo real
Uno de los principales motivos por los que Davante encabeza, año tras año, el ranking nacional es su modelo educativo. Todas las titulaciones que ofrece son 100% oficiales y homologadas, válidas en España y en toda la Unión Europea. Eso garantiza que los alumnos obtienen una formación de calidad, alineada con las exigencias del mercado actual.
Además, su metodología está centrada en la práctica. El alumnado aprende haciendo, guiado por profesionales en activo que imparten contenidos basados en su experiencia real. Esa perspectiva conecta directamente la teoría con la aplicación profesional para la incorporación al mundo laboral desde el primer día.
Modalidades flexibles que se adaptan a cada estudiante
Otro de los factores clave del éxito es su capacidad de adaptarse a las necesidades de cada persona. Tiene formación presencial, semipresencial y online, con horarios flexibles para compatibilizar los estudios con otras responsabilidades. Esa versatilidad ha ampliado el acceso a la FP, logrando que estudiantes de distintos perfiles avancen en su carrera sin renunciar a su estilo de vida.
Una opción destacada dentro de su catálogo es la FP Laboratorio de Análisis y Control de Calidad a distancia, una titulación que prepara al alumno para trabajar en uno de los sectores más demandados del entorno científico e industrial. Con el formato online, es posible organizar el tiempo sin perder acceso a contenidos de calidad y tutorización constante.
Alianzas con empresas y atención personalizada
Davante no solo forma profesionales: conecta a sus estudiantes con el mercado laboral. El centro mantiene acuerdos con una amplia red de empresas líderes en sus sectores, lo que permite a los alumnos realizar prácticas reales en entornos de trabajo activos. Esta experiencia práctica complementa la formación teórica y muchas veces se convierte en el primer paso hacia un contrato laboral.
Asimismo, el acompañamiento al estudiante es una prioridad. La escuela tiene atención personalizada, desde el momento de la inscripción hasta la finalización de los estudios. De ese modo, cada alumno cuenta con el apoyo de tutores y orientadores que le ayudan a sacar el máximo provecho de su formación y a diseñar su camino profesional.
Especialización en sectores con alta empleabilidad
El liderazgo de la plataforma también se explica por su estrategia de especialización. Sus programas de FP están diseñados para cubrir áreas con alta demanda de profesionales, como la sanidad, la tecnología, la industria y los servicios. Con ello se accede a empleos bien remunerados y con posibilidades reales de crecimiento.
Gracias a su enfoque estratégico, estudiar en Davante es invertir en un futuro profesional con oportunidades reales, donde el esfuerzo se traduce en resultados concretos y empleabilidad a corto plazo.
Una formación profesional sin barreras de acceso
Finalmente, lo mejor de la escuela es que no exige nota de corte. Así, se eliminan las barreras de entrada y abre la puerta a todos aquellos que quieran dar un paso adelante en su futuro profesional. La calidad de la formación no depende de una calificación previa, sino del compromiso del estudiante y del respaldo de un equipo docente de primer nivel. Aparte, provee facilidades de pago y becas que hacen accesible el curso a más personas, sin que la economía sea un obstáculo para avanzar.
