El sindicato CSIF Navarra ha denunciado este martes la «grave situación» que atraviesa la Policía Municipal de Estella-Lizarra, que, según asegura, afecta tanto a la prestación del servicio como a las condiciones laborales de la plantilla.
La central sindical responsabiliza al Ayuntamiento de una «falta de previsión y organización» que ha desembocado en un déficit de personal y en una gestión «ineficaz» de los recursos disponibles por parte de la jefatura. Entre las consecuencias, citan la ausencia de consenso en la elaboración de calendarios, la denegación de vacaciones, licencias y permisos, y un uso «abusivo» de la fórmula de «necesidades de servicio».
Actualmente, la plantilla orgánica contempla 24 plazas, pero solo 17 están cubiertas de manera indefinida por funcionarios de carrera. A ellas se suman dos plazas ocupadas temporalmente por policías en comisión de servicios y otras dos por auxiliares de policía con contrato administrativo, lo que deja tres vacantes sin cubrir.
Según CSIF, esta situación provoca que en numerosas ocasiones sea imposible garantizar los servicios mínimos fijados en tres agentes por turno. En lo que va de año se han incumplido en 163 turnos, de los cuales en diez solo hubo un agente de servicio.
«La operatividad del servicio queda seriamente comprometida, los policías en activo soportan una mayor carga de trabajo y ven comprometida su seguridad y su conciliación familiar», advierte el sindicato. Añade además que los agentes se ven obligados con frecuencia a modificar su calendario o realizar horas extra para evitar que la Policía Municipal cierre sus puertas.
Ante esta situación, CSIF reclama al Ayuntamiento de Estella-Lizarra cubrir el 100% de las vacantes, estudiar una posible ampliación de la plantilla y valorar la supresión de determinados turnos o la firma de convenios con otros cuerpos policiales, en caso de no poder garantizar el servicio en condiciones dignas.
