El diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Carlos Alzaga, visitó las obras de la variante que conectará Markina-Xemein y Etxebarria, una infraestructura clave para la comarca de Lea Artibai. El proyecto, con una inversión final de 31,9 millones de euros, busca mejorar la movilidad, la seguridad vial y la calidad ambiental en los centros urbanos.
Según anunció Alzaga, la rotonda de Markina-Xemein entrará en funcionamiento de manera parcial a partir de febrero de 2026, una vez concluya la Fase 2 de pavimentación y urbanización. Por su parte, la glorieta de Etxebarria también se espera que abra parcialmente al tráfico en marzo del próximo año. Se estima que la totalidad de los trabajos de la variante habrán concluido a finales de 2026.
La nueva infraestructura unirá las carreteras BI-633 y BI-2636 a través de un trazado de aproximadamente un kilómetro, que incluye un túnel de 335 metros. Esta variante desviará cerca de 3.000 de los 5.500 vehículos que transitan diariamente, lo que supondrá una reducción del 53% del tráfico en los núcleos urbanos. En la actualidad, las obras de excavación del túnel, un elemento de alta complejidad geotécnica, ya han horadado 80 metros.
El proyecto, enmarcado en la estrategia Bizkaia Orekan Sakonduz para reforzar la competitividad comarcal, incorpora un fuerte compromiso medioambiental y tecnológico. Se han llevado a cabo medidas como la recuperación de un tramo del arroyo Munibe mediante bioingeniería y se han ejecutado medidas compensatorias de permeabilidad de fauna. Además, la obra utiliza tecnologías de innovación, como sensores medioambientales y la metodología BIM, para garantizar una gestión ordenada y completa de la futura infraestructura.