El mundo de la literatura despide con profundo pesar a Mario Vargas Llosa, quien falleció este domingo 13 de abril en Lima a los 89 años. El escritor peruano-español, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2010, deja un legado inmortal que transformó las letras hispanohablantes y universales.
Un maestro del lenguaje y la narrativa
Nacido en Arequipa el 28 de marzo de 1936, Vargas Llosa fue autor de obras fundamentales como La ciudad y los perros, Conversación en La Catedral y La fiesta del Chivo. Su pluma retrató con maestría las tensiones sociales y políticas, explorando los dilemas humanos con una profundidad incomparable.
Fue parte del “Boom latinoamericano”, junto a figuras como Gabriel García Márquez y Julio Cortázar.
Una vida fructífera y prolífica Además de novelista, Vargas Llosa fue ensayista, columnista y académico.
Su última novela, Le dedico mi silencio, publicada en octubre de 2023, marcó su despedida de la ficción. En sus columnas periodísticas, abordó debates políticos y sociales con una perspectiva progresista en lo moral pero neoliberal en lo económico.
Legado eterno
Premiado con distinciones como el Cervantes, el Príncipe de Asturias y la Legión de Honor francesa, Vargas Llosa fue miembro de la Real Academia Española y el primer autor en español en ingresar a la Academia Francesa.
Su obra ha sido traducida a más de treinta idiomas, consolidando su posición como uno de los escritores más influyentes del siglo XX.
Sus hijos confirmaron que no habrá ceremonias públicas, siguiendo su voluntad. Sus restos serán incinerados, pero su legado vivirá para siempre en las páginas que escribió y en los corazones de sus lectores.
