La senadora navarra de UPN, María Caballero, ha cargado este lunes contra Geroa Bai y otras formaciones nacionalistas por lo que ha calificado como «una actitud permanente de bloqueo hacia infraestructuras clave para el desarrollo de Navarra». Lo ha hecho durante el debate en el Senado de una moción presentada por Geroa Bai que pedía detener las obras del recrecimiento del embalse de Yesa, una propuesta que finalmente fue rechazada por 27 votos en contra (PP, PSOE y UPN) frente a 5 votos a favor (Geroa Bai, PNV, EH Bildu y ERC).
Caballero ha criticado con dureza la iniciativa defendida por la senadora Uxue Barcos y ha recordado los antecedentes de oposición al embalse de Itoiz. «Nos preocupa que esta propuesta sea un intento para volver a encabezar el ‘no’ a todo, como ya hicieron con Itoiz, del que dijeron que no era seguro. Si hubiéramos seguido ese camino, hoy no tendríamos una infraestructura que 25 años después sigue funcionando perfectamente y prestando un servicio estratégico», ha subrayado.
Para la senadora regionalista, el recrecimiento de Yesa «es una infraestructura estratégica para la seguridad hídrica y agraria del sur de Navarra», y ha insistido en que «UPN sí confía en los criterios técnicos y en la rigurosa supervisión de las obras, que avanzan con garantías y con profesionales cualificados». En esa línea, ha reivindicado el agua como «una garantía de desarrollo para nuestros pueblos, nuestras cooperativas y nuestro medio rural».
Críticas a la gestión de la CHE
Durante su intervención, Caballero ha lamentado los sucesivos retrasos del proyecto, que arrancó hace ya 24 años y cuya finalización está ahora prevista para 2027, a pesar de que inicialmente debía concluirse este mismo año. «Lo que bloquea esta obra no son los grupos políticos que apostamos por el desarrollo, sino la incapacidad de gestión de la Confederación Hidrográfica del Ebro, un organismo ineficaz, alejado del territorio, sin agilidad ejecutiva y completamente superado por los tiempos», ha afirmado.
El último revés para el proyecto ha sido una complicación geotécnica en la ladera derecha del embalse, que requerirá una nueva inversión de 47 millones de euros. Esta modificación ha sido remitida por la CHE al Ministerio de Transición Ecológica y está pendiente de aprobación por el Consejo de Estado, lo que mantiene actualmente las obras paralizadas.
La presa de Yesa, situada en el norte de Navarra, tiene como objetivo pasar de los actuales 446 hectómetros cúbicos de capacidad a 1.000, lo que reforzará el abastecimiento de regadíos no solo en Aragón, sino también en Navarra, donde más del 30% de su dotación se destina al sector agrícola de la Comunidad Foral.