La esperada transformación del parque de la Magdalena sigue avanzando. La Gerencia de Urbanismo conocerá este miércoles la propuesta de adjudicación de las obras de la fase 3.1, un proyecto que contempla actuaciones en 45.000 metros cuadrados en el extremo este del parque, entre la calle Privilegio de la Unión, el camino de Burlada y las fincas agrícolas junto a la regata de Iturriapurria.
La propuesta que se eleva para su aprobación es la de la empresa Construcciones Lacunza Hermanos SL, con un presupuesto de 2.063.689,68 euros y un plazo de ejecución de 12 meses. Las obras comenzarán una vez se formalice la adjudicación, previsiblemente este mismo mes, cuando entren en vigor las inversiones con cargo a remanentes de tesorería aprobados recientemente en Pleno. De esa partida, un millón se destinará este año y el resto se completará con los presupuestos de 2026.
El concejal delegado de Gobierno Estratégico, Urbanismo, Vivienda y Agenda 2030, Joxe Abaurrea San Juan, ha sido el encargado de detallar el contenido de esta fase 3.1, que supondrá la creación de un nuevo bosque natural, la recuperación del cauce de la regata de Iturriapurria, la habilitación de una zona deportiva, áreas de picnic y nuevas conexiones peatonales con la carretera de Burlada y el barrio de Txantrea.
En la zona más oriental del ámbito, junto al término municipal de Burlada, se potenciará el entorno natural con la integración del humedal de Iturriapurria y la plantación de vegetación autóctona. También se instalará un domo geodésico y se trazará una red de caminos peatonales conectando con la calle Privilegio de la Unión.
El ámbito sur, en el entorno del camino de Burlada, acogerá una nueva zona de picnic, una gran área de esparcimiento canino de 1.300 m² y un espacio de huertas reservadas para la agricultura profesional. La zona central, contigua a la plaza María Carmen Húder, albergará una pista multideportiva de 34 x 21 metros con gradas, juegos intergeneracionales, una segunda área de picnic y un aseo autolimpiable y accesible.
Todo el diseño sigue los principios de la Estrategia de Transición Energética y Cambio Climático del Ayuntamiento de Pamplona, integrando medidas como el drenaje urbano sostenible, el aumento de superficie permeable o el uso eficiente del agua, con especial atención a la conservación de flora y fauna autóctonas.
Con esta fase 3.1 solo quedará pendiente la 3.2, que prevé una zona de huertos sociales con casetas y una gran pradera frente a los bloques de viviendas del camino de Burlada. Será el último paso para culminar un proyecto nacido en 2017 con un concurso de arquitectura con participación ciudadana y cuyas primeras obras arrancaron en agosto de 2020.