Los ascensores urbanos de Descalzos cerrarán al público a partir del miércoles 16 de julio y hasta el día 28 con motivo del inicio de la primera fase de su reforma integral, una actuación impulsada por el Ayuntamiento de Pamplona en colaboración con la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.
Durante este periodo se instalará una valla de protección entre ambas cabinas y sus mecanismos. Esta intervención preliminar permitirá que, una vez comenzados los trabajos más profundos en septiembre, la infraestructura no quede completamente fuera de servicio y pueda mantenerse parcialmente operativa durante el desarrollo de la obra.
Los elevadores, en funcionamiento desde 2008, salvan un desnivel de casi 30 metros entre los Corrales del Gas y la calle Descalzos, facilitando el acceso peatonal al Casco Antiguo desde la Rochapea y viceversa. En estos 16 años de servicio han registrado una media anual de 570.000 viajes, con un uso estimado de 5,9 millones de personas al año.
Refuerzo de la línea 14 de villavesas y nueva parada provisional
Como medida complementaria para mantener la conectividad entre la Rochapea y el Casco Antiguo, la Mancomunidad ha acordado reforzar la línea 14 (‘Conexión Rochapea – Casco Antiguo’). A partir del 16 de julio, su frecuencia de paso se reducirá de 30 a 15 minutos, todos los días de la semana y durante toda la jornada. Además, se habilitará una parada provisional de subida antes del cruce del río, próxima a Corralillos, debidamente señalizada con un poste informativo.
Reforma integral en dos fases y 240.000 euros de inversión
La segunda fase de la intervención arrancará en septiembre y se prolongará durante todo el otoño. En ella se abordará la renovación completa de la instalación mecánica de uno de los dos ascensores, cuyo estado actual de desgaste ha provocado un elevado número de averías y constantes molestias para los usuarios.
El presupuesto global de estas dos primeras fases asciende a 240.000 euros. La actuación da continuidad al planteamiento de accesibilidad universal con el que se construyeron estos ascensores, enmarcados en su momento dentro de la reurbanización del paseo de Ronda y la calle Descalzos, financiada parcialmente por la Unión Europea a través del Plan Urbano.
Con esta reforma, el Ayuntamiento busca garantizar la seguridad, fiabilidad y continuidad del servicio, reforzando un eje peatonal clave en la movilidad urbana entre barrios de Pamplona.