El último Informe Epidemiológico Semanal elaborado por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra confirma que, como es habitual en esta época del año, la circulación de virus respiratorios se ha reactivado tras las fiestas de San Fermín. Aunque la incidencia general es baja, la tasa de COVID alcanza su máximo de la temporada, con 65 casos por cada 100.000 habitantes, dentro de un total de 375 casos de infecciones respiratorias agudas detectadas en Atención Primaria.
El informe, que analiza los datos entre el 21 y el 27 de julio, refleja además un aumento de los ingresos hospitalarios. De los 56 casos de COVID confirmados por PCR, la mitad —28 personas— requirieron hospitalización. En cuanto a la gripe, se detectaron 21 casos de gripe AH1, con 11 ingresos hospitalarios, mientras que no se ha registrado ningún caso de virus respiratorio sincitial (VRS).
Los expertos recuerdan que la circulación del COVID, a diferencia de otros virus respiratorios, depende menos de la climatología y más de la interacción social, por lo que puede mantenerse activa durante todo el año. El paso de varios meses desde la última campaña de vacunación reduce la protección de la población más vulnerable, por lo que las autoridades sanitarias recomiendan extremar las medidas preventivas, sobre todo en personas mayores, pacientes crónicos y sus convivientes.
Recomendaciones para prevenir casos graves
El informe incide en la importancia de mantener actualizada la vacunación contra la COVID-19 y la gripe, especialmente en personas de riesgo. Además, aconseja ventilar bien los espacios cerrados, mantener la distancia física cuando sea posible y utilizar mascarilla si se presentan síntomas respiratorios o si se está en contacto con personas vulnerables. En este caso, las mascarillas FFP2 ofrecen la mayor protección.
Mortalidad y otras infecciones
En cuanto a la mortalidad general, los datos de la semana previa (14 al 20 de julio) sitúan la tasa de defunciones en valores normales para esta época del año, con 115 fallecimientos registrados.
Por otro lado, se mantiene la preocupación por la alta incidencia de infecciones de transmisión sexual (ITS) en la Comunidad Foral. Salud Pública insiste en la necesidad de un diagnóstico y tratamiento precoz, así como en la vacunación frente a hepatitis A y B cuando esté indicada.
Los expertos insisten: con la protección vacunal que va disminuyendo y la actividad social elevada en verano, las medidas de prevención siguen siendo clave para contener el COVID y proteger a los más vulnerables.