La Policía Foral ha intervenido este fin de semana dos incidentes que han terminado con sendas imputaciones por hurto.
En el primero de ellos, agentes identificaron en urgencias del Hospital Universitario de Navarra a un hombre conocido por intervenciones previas, que portaba un teléfono móvil apagado. Según los protocolos, y al no poder acreditar su legítima propiedad, el dispositivo fue intervenido. Posteriormente, las pesquisas confirmaron su implicación en el hurto del terminal.
El segundo caso se produjo en el mismo lugar, urgencias, donde un paciente que ya ha provocado problemas previos al ser algo conflictivo, vigilado por las cámaras de seguridad, abandonó las instalaciones en una silla de ruedas junto a otra persona. El vehículo asistencial, valorado en cerca de 400 euros, no fue devuelto, lo que motivó la correspondiente denuncia por hurto.
Tambien una patrulla de Policía Foral acudió este fin de semana a urgencias del HUN por una trifulca, que se resolvió sin llegar a mayores, tras la mediación de las dotaciones policiales.