Dos estudiantes de universidades socias de la alianza UNITA han completado sus prácticas de verano en empresas e instituciones navarras, como parte de la convocatoria de movilidad rural que lanza UNITA cada año. João Cunha, de Portugal, y Daria Pagliasso, de Italia, han trabajado en entornos locales, contribuyendo a proyectos de marketing y revitalización del patrimonio natural y cultural.
João Cunha, estudiante de Marketing del Instituto Politécnico de Guarda, ha colaborado en el Camping Urrobi, gestionado por Iturissa alojamientos, en Espinal. Durante su mes de prácticas, Cunha ha diseñado una campaña de marketing, grabado y producido contenido audiovisual, y gestionado redes sociales. Su trabajo ha sido clave para ayudar a difundir la filosofía de la compañía y mejorar su presencia digital.
Impacto de la movilidad rural en la formación universitaria
Por su parte, Daria Pagliasso, estudiante de Ciencias Naturales en la Universidad de Turín, ha trabajado en el Valle de Egüés - Eguesibar. Su labor incluyó el diseño del Plan de Revitalización del Patrimonio Natural del valle, en colaboración con la Asociación Emagüeskume y el Concejo del Valle de Elía. Además, Pagliasso ha adquirido experiencia en gestión y planificación de acciones dirigidas a entidades y al público general.
La movilidad rural internacional es una de las iniciativas más destacadas de UNITA, diferenciándose de otras alianzas universitarias europeas. Este programa no solo refuerza las competencias y mejora la empleabilidad de los estudiantes, sino que también contribuye al desarrollo territorial de las regiones donde se ubican las universidades. La experiencia de Cunha y Pagliasso es un ejemplo del impacto positivo de este programa.
UNITA fomenta el desarrollo territorial a través de la movilidad
UNITA lanza anualmente una convocatoria de movilidad rural dirigida a todos sus estudiantes. Esta iniciativa ofrece prácticas en empresas, asociaciones y entidades de municipios rurales cercanos a las sedes de las universidades UNITA en el Estado portugués, Estado francés, Estado italiano, Rumanía, Suiza y Estado español. Las ofertas excluyen el país de origen de cada universidad, promoviendo así la movilidad internacional.
Las estancias tienen una duración mínima de tres semanas y máxima de cuatro meses, generalmente entre junio y septiembre. Durante este periodo, los participantes están tutorizados en la universidad de destino y reciben diferentes tipos de ayuda, en función de la duración de su estancia. Esta estructura asegura que los estudiantes reciban el apoyo necesario para aprovechar al máximo su experiencia.
El programa de movilidad rural de UNITA no solo beneficia a los estudiantes, sino también a las comunidades locales donde se realizan las prácticas. Al involucrar a los estudiantes en proyectos locales, se fomenta un intercambio cultural y profesional que enriquece tanto a los participantes como a las regiones anfitrionas. La experiencia de Cunha y Pagliasso en Navarra es un claro ejemplo de cómo esta iniciativa puede generar valor añadido.
La participación de estudiantes como Cunha y Pagliasso en el programa de movilidad rural de UNITA demuestra el compromiso de la alianza con la formación integral de sus estudiantes. Al ofrecer oportunidades de prácticas en entornos rurales internacionales, UNITA no solo mejora las perspectivas laborales de sus estudiantes, sino que también contribuye al desarrollo sostenible de las regiones participantes.