El eco del cante grande ha vuelto a resonar este viernes en Navarra con el arranque de Flamenco On Fire 2025, un festival que ya es referente internacional y que este año pone su mirada en un periodo clave de la historia del flamenco: el comprendido entre los albores del siglo XIX y el ocaso de los cafés cantantes, en torno a 1925. Bajo el concepto de tandal, entendido como relato, serie o periplo, esta edición quiere contar “una historia del flamenco” en la que tradición oral, creatividad artística e irrupción tecnológica se entrelazan para explicar cómo se fue moldeando este arte universal.
El inicio no pudo ser más simbólico. En el balcón del Ayuntamiento de Viana, cuando el reloj marcaba las 19:45 h, el malagueño Juan Requena abría el ciclo de Calles, Balcones y Patios con un recital de guitarra que envolvió la plaza en un silencio reverencial. Su toque, siempre elegante, sirvió de antesala a la que sería la gran cita de la noche: la actuación de José Valencia en las Ruinas de San Pedro.
José Valencia, un cante en plenitud
El cantaor de Lebrija, que atraviesa uno de los momentos más brillantes de su carrera —refrendado el pasado mes de julio con el prestigioso Caracol de Oro de la Caracolá de Lebrija—, trajo hasta Navarra su propuesta “Mi Camino”, un recorrido por los estilos que definen su personalidad y que revelan la amplitud de su registro. Soleá, tientos-tangos, nana, alegrías, granaína, seguiriya, bulerías… cada palo salió de su garganta con una potencia sonora y una verdad que conmueve.
Acompañado por su inseparable Juan Requena a la guitarra, que conoce como nadie los giros y silencios de su voz, Valencia desplegó un repertorio que dejó constancia de por qué está considerado una de las figuras indiscutibles del cante actual. El cuadro artístico lo completaron Juan Diego Valencia y Manuel Valencia al compás de las palmas, y el joven bailaor Juan Tomás de la Molía, que aportó frescura y temple con su baile vibrante.
El marco no pudo ser más evocador: las Ruinas de San Pedro, testigo de siglos de historia, acogieron un cante que, como el propio festival reivindica, no es pasado ni reliquia, sino memoria viva en continua transformación.
La ruta sigue en Tudela
Tras la jornada inaugural de este viernes, Flamenco On Fire 2025 viaja este sábado a Tudela, donde se sucederán dos momentos de especial relevancia. Desde el balcón del Ayuntamiento, a las 20:00 h, actuarán los hermanos Lorena y Bruno Jiménez, jóvenes flamencos de Sangüesa que entrelazan la raíz del flamenco con sonoridades más contemporáneas.
A continuación, la programación se trasladará al Teatro Gaztambide, escenario en el que se vivirá uno de los actos más emotivos de esta edición. A las 21:15 h, en el marco de la conmemoración de los 600 años de la llegada del pueblo gitano a la península ibérica, Tío Selín entregará a la cantaora Esperanza Fernández una escultura de Sabicas, símbolo de la unión entre Tudela y el legado universal del flamenco.
A las 21:30 h, será la propia Esperanza Fernández, con más de cuatro décadas de trayectoria, quien tome las tablas del Gaztambide para presentar su espectáculo “De Triana al Mundo”, un recorrido por sus raíces trianeras y por los influjos que marcaron su carrera, desde Lole y Manuel hasta Enrique Morente. La acompañarán un elenco de lujo: Chaparro Hijo a la guitarra, Jesús Ramos al teclado y dirección musical, Carlos Romero al bajo y contrabajo, Chema del Estad a la batería, Miguel Fernández a la percusión y Carmela Gil en coros y palmas.
Un festival con espíritu participativo
La programación de este año no se limita a los escenarios principales. Como aperitivo, Tudela vibró con el flashmob del Coro Rociero Senda Ancha, que llenó la Plaza de los Fueros de público y entusiasmo, inaugurando el ciclo de actividades extramusicales.
Ese es, precisamente, uno de los sellos de Flamenco On Fire: la apertura del flamenco a todos los públicos, en la calle, en plazas y balcones, mezclando la intimidad del cante con la celebración colectiva. La diversidad musical y la vocación divulgativa marcan un festival que, en cada edición, logra tender puentes entre tradición y modernidad.
Las entradas para los espectáculos de sala están disponibles en www.flamencoonfire.org, aunque buena parte de la magia seguirá estando, como siempre, en las calles y en la cercanía entre artistas y público.
Con el eco de José Valencia todavía resonando en las Ruinas de San Pedro y con el toque de Juan Requena flotando en la memoria de Viana, la llama del flamenco vuelve a encenderse en Navarra. Y lo hace con la fuerza de un arte que, como reza esta edición, es historia, transmisión y celebración.