Osasuna venció este domingo al Rayo Vallecano por 2-0 en El Sadar en una tarde de fútbol marcada por la efectividad y el orden bajo la dirección de Alessio Lisci. Aunque los rojillos no dieron su mejor versión ante el Rayo de Íñigo Pérez, los tres puntos en su mochila son la mejor recompensa.
Los anotadores del encuentro fueron Raúl García, que abrió el marcador en el minuto 15 tras aprovechar un centro lateral con gran determinación, e Iker Benito, que sentenció el partido en el minuto 77 culminando un contragolpe que desató la alegría en la grada pamplonesa.
La afición rojilla se volcó desde el inicio, arropando a un equipo que supo adaptarse defensivamente y golpear en los momentos idóneos. El planteamiento de Lisci fue eficaz: esperar, resistir y matar el partido a la contra, en un duelo donde el Rayo dominó la posesión pero se vio incapaz de superar a Sergio Herrera. Además, el Rayo vio un gol anulado tras la intervención del VAR en el minuto 27, manteniendo el resultado a favor de Osasun Por otro lado, las rotaciones y los detalles tácticos mostraron a un Osasuna sólido y listo para volver a pelear en la zona noble de la tabla.
En definitiva, pese a que Osasuna pudo hacer mucho más, el resultado cuenta más que nunca. El Sadar celebró una victoria que no solo suma tres puntos, sino que refuerza la confianza de un grupo joven e ilusionado con su nuevo timonel. Este triunfo es el reflejo de un Osasuna pragmático, capaz de resistir y conquistar, fiel al espíritu rojillo.