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San Fermín txikito se celebrará del 26 al 28 de septiembre, con algunas novedades

Destaca la supresión de verbenas en la plaza de Navarrería, la limitación horaria de las actividades en la calle y la apuesta por el Auzogune

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  • Txupinazo de San Fermín txikito
  • San Fermín Txiki: tres días de fiesta, tradición y reivindicación en el corazón del Casco Viejo

Pamplona se prepara para vivir un fin de semana muy especial. Del 26 al 28 de septiembre, las calles del Casco Viejo se llenarán de música, danzas, juegos infantiles, comidas populares y actividades comunitarias en honor a San Fermín Txiki, unas fiestas muy queridas por el vecindario que cada año refuerzan la identidad del barrio. Lejos de las grandes estructuras y espectáculos de masas, el programa está diseñado desde la base, con la colaboración de comerciantes, hosteleros y sobre todo del movimiento vecinal que hace posible que estas jornadas conserven su carácter igualitario y cercano.

La Comisión de Fiestas del Casco Viejo es la encargada de coordinar el amplio programa, donde no faltan los gigantes y kilikis, las dianas matinales, los calderetes, la pelota en la Mañueta y los conciertos nocturnos. Pero este año, al igual que en anteriores ediciones, las celebraciones no se limitan a la diversión: también habrá espacio para la reflexión y la solidaridad internacional. En un gesto colectivo, el barrio alzará la voz contra el genocidio en Palestina, con actos de apoyo y la invitación a colocar pañuelos y banderas en balcones y ventanas.

Un programa que late con el pulso del barrio

Las fiestas arrancarán el jueves 25, cuando la Corporación Txiki abrirá el Auzogune, el espacio festivo de las Huertas de Santo Domingo. El viernes 26 se vivirá uno de los momentos más esperados: el txupinazo desde Corazonistas, a las 12:30, que marcará el inicio oficial. Durante la mañana, actividades infantiles y comidas vecinales animarán las calles. Por la tarde, tras la foto en apoyo al pueblo palestino, llegarán los partidos de pelota, la comparsa de gigantes y kilikis y, ya entrada la noche, cenas autogestionadas y conciertos en distintos rincones del barrio.

El sábado 27 será una jornada intensa desde primera hora, con dianas, trikitilaris y dantzaris recorriendo las calles. La mañana también servirá para acercarse a la memoria del barrio con la presentación del libro “El barrio en el centro. Medio siglo del movimiento vecinal en el Casco Viejo”. Al mediodía, las comidas populares tomarán el protagonismo, antes de dar paso a actividades para todas las edades, al tradicional torico de fuego y a una nueva ronda de conciertos que mantendrán vivo el espíritu festivo hasta la medianoche.

El domingo 28, último día, arrancará con un caldico en la calle del Carmen, preludio de una mañana cargada de citas culturales: feria de artesanía en la plaza de San José, festival de jotas en Navarrería y nuevo punto de venta del libro vecinal en la calle Curia. La tarde será para los más pequeños, con encierro infantil, concentración de toricos de carretilla y el recorrido de los gigantes por el Casco Viejo. El último torico de fuego pondrá fin a tres días de celebración compartida.

Fiestas hechas con conciencia

El éxito de San Fermín Txiki no se mide solo en asistencia, sino también en cómo logra equilibrar la alegría con el respeto a quienes habitan el Casco Viejo. El barrio, acostumbrado a un alto volumen de actividades y visitantes, afronta estas fechas con un protocolo elaborado por la Comisión de Fiestas que busca reducir el impacto en la vida diaria de las y los residentes. Entre las medidas adoptadas destacan la supresión de verbenas en la plaza de Navarrería, la limitación horaria de las actividades en la calle y la apuesta por el Auzogune como epicentro festivo que descongestiona las zonas residenciales.

La organización subraya además la necesidad de que quienes acuden a las fiestas actúen con responsabilidad y respeto hacia el entorno: desde cuidar portales y calles hasta tener en cuenta el descanso de las vecinas y vecinos. Una premisa clara: las fiestas son de todas y todos, pero el barrio es, ante todo, un lugar para vivir.

Tradición, comunidad y compromiso

San Fermín Txiki se reafirma cada año como un espacio de encuentro intergeneracional, donde conviven juegos para niñas y niños, propuestas culturales, memoria histórica y reivindicaciones solidarias. Es la celebración que, sin perder sus raíces, se abre a quienes quieren compartirla, siempre bajo el mismo espíritu: el de unas fiestas sencillas, populares y profundamente comunitarias.

En tiempos en los que muchas celebraciones se ven absorbidas por el espectáculo y el turismo masivo, el Casco Viejo demuestra que otra forma de vivir la fiesta es posible: una que se construye desde la gente, con trabajo colectivo, con conciencia social y con el firme compromiso de mantener vivo el pulso del barrio.

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