El plan de partido salió regular pero el resultado fue inmejorable para los rojillos con un gol de Alejandro Catena en el minuto 90 tras un lanzamiento de córner para enmarcar de Rubén García. Osasuna le daba la vuelta a un partido que había comenzado con mal pie en el primer tiempo, gracias a un gol visitante de Mayoral que adelantaba a los de Bordalás.
Lo peor sin duda fue la imagen que transmitia el equipo rojillo en los primeros minutos, con un Getafe que se hacía fuerte con la posesión del balón, y con Osasuna que intentaba sorprender con los arreones de Víctor Muñoz, rapidísimo como simpre.
Sin embargo, el tanto de Mayoral cayó como un jarro de agua fría, y Osasuna casi pedía tiempo para el descanso, con un encuentro que además tuvo que suspenderse durante un tiempo por la caída de objetos (pelotas pequeñas) al campo de juego, y con una protesta en favor de Palestina en Graderío Sur.
Sin embargo, al filo del descanso, cuando se disputaba el tiempo de descuento de la primera parte llegó el zarpazo de Osasuna, con un golazo del guaje, Abel Bretones que insufló ilusión a la hinchada rojilla.
Ya en la segunda parte, con el empate en la mano, y el alegato de Lisci a los rojillos en vestuarios, sus ajustes tuvieron mucho más éxito, ya que se pudo ver a un Osasuna mucho mejor puesto en el campo, y controlando mejor los pases.
Luego Lisci incluso ensayó con el doble pivote de Raúl Garcia y Budimir, y el partido se decantó por el lado rojillo por un detalle final: el magnífico pase de Rubén Garcia desde el único lanzamiento de córner que tiraron los rojillos en todo el encuentro, y el gol de Catena que desató el delirio en el Sadar.
Ahora Osasuna se va con más calma y menos presión en la tabla, ante el parón liguero, y Lisci que tendrá días para repensar la estrategia de cara a los próximos encuentros. El primero, uno de entrenamiento, el próximo 9 de octubre ante la Real Sociedad.