La incorporación de la enseñanza en euskara en el barrio pamplonés de Mendebaldea ha supuesto un cambio significativo en la demanda de plazas en escuelas infantiles. Según los datos oficiales difundidos por el Ayuntamiento de Pamplona el 19 de agosto y por el Gobierno de Navarra el 25 de septiembre, el barrio ha pasado de no registrar ninguna solicitud en euskara el año pasado (0 %) a alcanzar el 42,41 % en 2025.
Así lo ha destacado el colectivo Administrazioan Euskaraz Taldea (AET), que ha analizado los datos de prematriculaciones en la capital navarra. Según su informe, esta evolución demuestra que la ausencia de oferta en euskara oculta la demanda real existente, mientras que su incorporación hace aflorar el interés de las familias por este modelo educativo.
En su análisis, AET subraya que Pamplona necesita más escuelas infantiles, ya que en las de titularidad municipal más de la mitad de las solicitudes se quedaron sin plaza. Además, el colectivo defiende que ampliar la oferta en euskara contribuye al equilibrio lingüístico y a la igualdad de oportunidades.
En conjunto, la oferta de enseñanza en euskara en las escuelas infantiles de Pamplona ha aumentado este año, lo que ha supuesto una subida global de la demanda del 19,18 % al 25,16 %, es decir, casi seis puntos más. En términos absolutos, las solicitudes en euskara han pasado de 339 el año pasado a 691 este año.
Por barrios, las mayores demandas en euskara se han registrado en la Txantrea (52,76 %), seguida de Arrosadia (47,73 %), Buztintxuri (43,90 %), Mendebaldea (42,41 %), Casco Viejo (38,54 %), Lezkairu (37,14 %), Sanduzelai (35,37 %) y Rotxapea (25,35 %).
El colectivo también reclama que la oferta en euskara se amplíe a los barrios que aún no la tienen, como Azpilagaña, Donibane, Mendillorri, Segundo Ensanche y Echavacoiz, y que se extienda el modelo de inmersión lingüística en euskara, actualmente implantado únicamente en la escuela infantil Izartegi de la Txantrea.
AET concluye que el modelo de inmersión es el más efectivo para garantizar la transmisión del euskara desde edades tempranas y subraya que su extensión sería posible «si hubiera voluntad política».