Este jueves, el pleno del Parlamento de Navarra fue escenario de un duro intercambio entre el consejero de Cohesión Territorial, Óscar Chivite, y el portavoz de UPN, Javier Esparza. El consejero Chivite defendió con firmeza la gestión de su departamento, asegurando que la tramitación y adjudicación de las obras del desdoblamiento de los túneles de Belate se ha desarrolladoconforme a actos administrativos claros y estrictamente legales. Recalcó que el proyecto ha sido objeto de actualizaciones técnicas para adaptar la obra a criterios de sostenibilidad y economía circular, acompañado de una nueva licitación y revisión técnica, todo ello bajo un trabajo profesional y transparente.
El consejero puntualizó que la conversión de la carretera N-121-A en vía 2+1, en el tramo entre los puntos kilométricos 35 300 y 40 900, fue aprobada en septiembre de 2022 y que el proceso de licitación se reanudó tras una actualización técnica en la que se garantizó la reutilización totalidad del material fresado, fuera realizado por una empresa externa y revisado por el Servicio de Proyectos de Obras Públicas. Además, destacó que junto a estas obras continúa la ejecución de la variante de Burutain, con un presupuesto de 15 millones de euros, y la redacción del proyecto para la construcción del enlace de Sunbilla Norte, además de los trámites para adjudicar el viaducto que unirá Belate y Almandoz, infraestructuras esencialespara la seguridad y conectividad regional.
En contraste, desde UPN Javier Esparza acusó al gobierno de Navarra de creciente opacidad y de posibles irregularidades en la adjudicación de estas obras, señalando indicios de corrupción evidenciados en la comisión de investigación parlamentaria.
Esparza denunció la existencia de un “hombre del gobierno” en la mesa de contratación que habría influido para favorecer a determinadasempresas, acusó mentiras y ocultaciones en las explicaciones oficiales, y señaló que esos indicios han ido creciendo con el tiempo. También criticó la ausencia de la presidenta del gobierno en la sesión como una muestra de falta de responsabilidad ante estas graves acusaciones.
Esparza subrayó que "la sombra de corrupción" crece con cada comparecencia en la comisión y remarcó que un letrado de la mesa de contratación advirtió por escrito que el proceso pudiera estar siendo irregular. Además, cuestionó la credibilidad del gobierno y la gestión del consejero rechazando sus argumentos y afirmando que son “relatos políticos” alejados de la realidad.
Por su parte, Óscar Chivite negó cualquier injerencia política o corrupción en la adjudicación y defendió la legalidad del proceso respaldándose en los testimonios técnicos y la documentación oficial. Remarcó que la licitación se hizo bajo criterios técnicos y públicos y afirmó que seguirán trabajando en las infraestructuras prioritarias para Navarra.







