El Juzgado de Instrucción de Aoiz ha decretado este martes la prisión provisional comunicada y sin fianza para un varón, de 40 años, y de nacionalidad marroquí como presunta autora de un delito de homicidio en grado de tentativa, un delito de amenazas y un delito de hurto, según recoge el auto judicial. La medida incluye además una orden de alejamiento de 500 metros respecto a la víctima, así como la prohibición de cualquier tipo de contacto durante la instrucción de la causa.
Los hechos, según el auto al que ha podido acceder Pamplona Actual, se iniciaron cuando el denunciante contactó con el investigado a través de la aplicación de citas Grindr, acudiendo éste al domicilio indicado. Allí, después de un encuentro consentido y estando presentes otras personas, el denunciante le comunicó que debía marcharse. El investigado, que manifestó no tener dónde alojarse, se negó. El denunciante detectó la desaparición de un móvil, propiedad del dueño de la vivienda, y pidió explicaciones, momento en el que el investigado comenzó a amenazarle con un cuchillo. El auto recoge que, tras arrebatar al denunciante el móvil con la amenaza de que “de aquí no vas a salir”, el presunto autor inició una discusión relacionada con la posible grabación de imágenes durante las relaciones mantenidas.
El relato judicial añade que el denunciante intentó defenderse utilizando una figura de madera y finalmente logró zafarse para pedir ayuda a un vecino. El parte médico reflejó lesiones graves en la mano izquierda que necesitaron cirugía de urgencia. Un testigo declaró que vio al investigado con un cuchillo y dos teléfonos en la mano y precisó el lugar donde después apareció el arma blanca escondida.
La juez de Aoiz subraya que existen “indicios suficientes de que se produjeron los hechos como relató el denunciante”, estimando que “el investigado, quien ha reconocido no tener donde quedarse”, actuó movido por el nerviosismo ante la posible grabación y la desaparición de los móviles.La juez considera probada, mediante las declaraciones y pruebas, la versión ofrecida por la víctima y dictamina prisión para el investigado, destacando “la gravedad de los hechos y las penas con que se castiga”, además de “la circunstancia de carecer de domicilio conocido, y de cualquier tipo de arraigo familiar”, lo que, a juicio de la magistrada, justifica el riesgo de fuga y la necesidad de proteger a la víctima y evitar la reiteración delictiva.
La resolución, que no es firme, puede recurrirse en un plazo máximo de cinco días y especifica que el cumplimiento de la orden de alejamiento es obligatorio. Si se incumple, se advierte de que se podrá convocar una nueva audiencia y adoptar medidas que impliquen una mayor limitación de la libertad personal, incluyendo la posible comisión de un delito adicional por quebrantamiento de medida cautelar.
