Un total de 99 personas han sido diagnosticadas en Navarra con covid persistente desde el inicio de la pandemia, según los datos del Departamento de Salud recogidos por el Defensor del Pueblo en una reciente resolución. De ellas, 59 son mujeres (un 60%) y 40 hombres, lo que confirma la mayor incidencia de esta afección prolongada entre la población femenina.
El informe refleja que el mayor número de casos se registró en 2022, con 39 diagnósticos, mientras que en los últimos dos años la cifra se ha reducido notablemente. Pese a la disminución, el problema persiste, con casos activos en 2025 y seguimiento sanitario desde distintas especialidades médicas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente una de cada diez personas que contraen la covid-19 desarrolla síntomas persistentes más allá de las doce semanas posteriores a la infección. Estos incluyen fatiga crónica, dificultad para respirar, dolores musculares, pérdida de olfato o gusto, cefaleas y la denominada «niebla mental», que agrupa alteraciones cognitivas como pérdida de memoria, desorientación o dificultades de concentración. En los casos más graves, se han detectado secuelas permanentes como fibrosis pulmonar o daños neurológicos prolongados.
En Navarra, los pacientes con covid persistente han sido atendidos desde distintos servicios del Hospital Universitario de Navarra, principalmente en Medicina Interna, Neumología, Neurología, Rehabilitación y Digestivo, dependiendo de la sintomatología. Además, se mantiene activo el registro PERSICOV-19, un estudio clínico impulsado por NavarraBiomed y liderado por la doctora Patricia Fanlo, que busca profundizar en el conocimiento de la enfermedad y sus secuelas. Este registro cuenta ya con 125 personas incluidas, de las cuales dos tercios son mujeres.
Aunque el Departamento de Salud destaca la existencia de protocolos y estudios en marcha, el Defensor del Pueblo de Navarra, Patxi Vera, ha instado al Ejecutivo foral a reforzar la atención a las personas afectadas, con especial atención a la formación del personal sanitario, la creación de equipos multidisciplinares y la mejora de la coordinación entre niveles asistenciales.
Según la resolución, el Departamento deberá responder en un plazo máximo de dos meses indicando si acepta las recomendaciones y qué medidas concretas adoptará para mejorar la atención a este grupo de pacientes crónicos.




