El portavoz del Grupo Mixto, Emilio Jiménez (VOX), ha acusado este jueves al Gobierno de Navarra de ser «un fracaso moral y práctico» y ha exigido a la presidenta María Chivite que «haga las maletas, se vaya a su casa y convoque elecciones por el bien de los navarros».
Durante su intervención en el Debate sobre el Estado de la Comunidad, Jiménez ha cargado duramente contra el Ejecutivo, al que ha acusado de estar «infectado por la corrupción política y económica». Según ha afirmado, «la podredumbre moral del PSN se demuestra en sus pactos una y otra vez con Bildu, los herederos de ETA, tanto en el Ayuntamiento de Pamplona como en el Gobierno foral y el de España».
El portavoz ha asegurado que esos acuerdos suponen «una traición a los valores democráticos y a las víctimas del terrorismo» y ha añadido que «no hay nada que se hiciera en Navarra sin la supervisión del señor Cerdán, hoy en la cárcel». En este sentido, ha vinculado al Ejecutivo con las investigaciones sobre adjudicaciones «fraudulentas» en los túneles de Belate, supuestamente relacionadas con empresas vinculadas al exsecretario de Organización del PSOE.
Jiménez ha advertido de que «por la corrupción caerá todo su Gobierno» y ha acusado a Chivite de estar en el cargo «porque el señor Cerdán la colocó ahí».
En materia económica, ha denunciado una «crisis industrial en Navarra», con un aumento de los ERTE y una «fuga masiva de empresas» que, según ha dicho, «huyen de la burocracia, los impuestos asfixiantes y las agendas verdes extremas». A su juicio, el Ejecutivo foral es responsable de «la precarización laboral» y del «abandono del campo navarro».
El portavoz del Grupo Mixto ha criticado las subvenciones «condicionadas a transiciones ecológicas» y ha reclamado «aumentar un 25 % las ayudas directas a los agricultores, fomentar la innovación tecnológica sin ideología y proteger el mercado local con aranceles justos».
Jiménez también ha rechazado lo que ha denominado «asfixia fiscal» y ha acusado al Gobierno de provocar «la desaparición de la clase media». Ha pedido «el fin del despilfarro en gasto político», mencionando «chiringuitos como el Instituto Navarro del Euskera o el de Igualdad», y ha propuesto «adelgazar la administración y devolver ese dinero a los navarros mediante bajadas fiscales».
En materia de vivienda, ha calificado la situación de «crisis estructural» y ha señalado que «la vivienda se ha convertido en un lujo inalcanzable». Ha asegurado que «en 2025 solo se finalizaron 118 viviendas de protección oficial en Navarra» y ha considerado «insuficiente» la previsión de 735 viviendas públicas para los próximos cinco años.
En el ámbito sanitario, Jiménez ha afirmado que «la sanidad pública está colapsando», con un aumento del 18 % en las listas de espera en 2025. Ha denunciado la «falta de personal sanitario» y ha propuesto «aumentar un 10 % los incentivos salariales, ofrecer contratos estables y reforzar la formación para reducir las demoras».
Asimismo, ha atribuido el incremento de la criminalidad a las «políticas de fronteras abiertas del Gobierno de España, con la complicidad del Ejecutivo foral», y ha asegurado que «las violaciones han aumentado un 154 % desde 2019» y que «el 29 % de los delitos graves en 2025 están vinculados a la inmigración ilegal».
En esa línea, ha rechazado los traslados de menores migrantes de Marcilla a centros de Pamplona y su comarca, y ha afirmado que «el Gobierno reparte la delincuencia mientras los navarros sufren peores servicios».
«Su Gobierno financia la inseguridad y abandona a los navarros, con la complicidad de todos los partidos de esta Cámara, desde UPN hasta Bildu», ha afirmado Jiménez, quien ha concluido reclamando «priorizar la seguridad de los españoles» y medidas como «deportaciones masivas inmediatas y repatriaciones de inmigrantes ilegales delincuentes».
