Una nueva encuesta del Sindicato de Enfermería SATSE vuelve a encender las alarmas: el acoso sexual y por razón de sexo sigue profundamente arraigado en el entorno laboral de enfermeras y fisioterapeutas de Navarra, donde estas conductas continúan normalizándose y quedando impunes.
Según el sondeo, realizado en octubre y noviembre, la mitad de las profesionales consultadas afirma haber sufrido comentarios o chistes sexistas, un 35% asegura haber sido tratada de forma diferente por su sexo y un 20% declara haber recibido contacto físico no solicitado, desde manos en la cintura hasta abrazos o tocamientos en zonas íntimas. A ello se suman miradas insinuantes, bromas de carácter sexual y proposiciones no deseadas, comportamientos que, para SATSE, evidencian una violencia “silenciada y perpetuada” en el ámbito sanitario.
La mayoría no denuncia. Ocho de cada diez víctimas nunca ponen los hechos en conocimiento del centro, principalmente por desconocer cómo hacerlo y por la falta de confianza en la eficacia del procedimiento. El 66% desconoce si existe un protocolo de actuación y solo un 15% ha recibido formación para identificar y afrontar estas situaciones. “Las profesiones del cuidado han sido estereotipadas y sexualizadas históricamente, lo que se agrava por la cercanía física y la percepción errónea de que estamos al servicio de otros”, denuncian desde el sindicato.
SATSE alerta de un problema estructural que afecta especialmente a sectores feminizados y reclama el cumplimiento estricto de los planes de igualdad, la inclusión del acoso como riesgo psicosocial en las evaluaciones laborales y la puesta en marcha de campañas permanentes de sensibilización. También exige tolerancia cero, formación obligatoria para todo el personal y una protección integral para las víctimas, que incluya apoyo psicológico, jurídico y garantías frente a posibles represalias.
El sindicato recuerda que el acoso sexual y por razón de sexo son formas de violencia contra las mujeres con graves consecuencias para la salud física y emocional de quienes lo padecen, y urge a que administraciones y empresas actúen con determinación: “No es algo puntual ni anecdótico: sí que pasa, y es acoso”.



