Máxima tensión en el Congreso: Rufián acusa a Mazón de "mentir" y ser "indigno" en la comisión de la DANA

Gabriel Rufián ha protagonizadod un duro careo con el expresident Carlos Mazón en la comisión e la DANA, acusándole de mentir y ocultar información

Pamplona Actual

Informática Azpilicueta: la vocación que sobrevivió a todo

La vida de Eduardo Puyales demuestra que la vocación siempre vuelve: así se forjó Informática Azpilicueta, su proyecto más personal.

Eduardo Puyales

En un pequeño local de Pamplona, entre cajas de componentes, herramientas y una colección de ordenadores que esperan su segunda vida, trabaja el tafallés Eduardo Puyales, fundador y gerente de Informática Azpilicueta. Su tienda, abierta en primavera de 2025, no responde al impulso de una moda ni al empuje de la oportunidad: es la culminación de una historia que comenzó hace más de tres décadas, cuando un niño de nueve años recibió un Spectrum y decidió que quería entenderlo por dentro.

Con diez años ya programaba en BASIC”, recuerda Eduardo. “Llegué a hacer un calendario perpetuo de unas 75.000 líneas de código”. Ese aprendizaje autodidacta, nacido del juego y la curiosidad, marcaría su vida para siempre.

Una vida que se torció, pero volvió a su sitio

Antes de que la informática se convirtiera en su medio de vida, Eduardo se dedicó a la hostelería. Gestionó varios bares, hizo inversiones fuertes y vivió la parte más dura del emprendimiento: la de tener que cerrar no una, sino dos veces, por problemas personales que se encadenaron en cuestión de meses.

Intenté seguir, abrir otro bar, pero el mismo problema volvió a afectar”, explica. Y aun así, no perdió del todo el rumbo. “La gente me decía que tenía que abrir una tienda de informática. Yo ayudaba a todo el mundo, sabía mucho, pero siempre fui reacio… convertir un hobby en trabajo es dejar de tener hobby”.

Pero la vida tiene sus propios planes. En Navidad, hablando con su socia y pareja, surgió la idea de intentarlo. Poco después apareció un local disponible. Y Eduardo tomó una decisión que llevaba años esquivando: convertir su pasión en su profesión.

Así nació Informática Azpilicueta, constituida oficialmente a finales de marzo de 2025 y abierta al público apenas dos semanas después.

Una tienda pequeña con un conocimiento inmenso

Eduardo no habla como un vendedor, sino como un técnico. Quien lo escucha entiende rápido que su tienda no compite por volumen, sino por conocimiento y honestidad.

Servicio técnico para todo tipo de equipos

Repara, mantiene y optimiza desde ordenadores casi nuevos hasta equipos de 10 o 15 años. Especialmente los de sobremesa, que le permiten “jugar” con sus componentes para darles una segunda oportunidad.

“Un portátil muy antiguo tiene su límite”, explica, “pero un PC de sobremesa permite cambiar RAM, discos, gráficas… puedes renovarlo entero si hace falta”.

Montaje de PCs personalizados

Esta es, quizá, la parte más distintiva del negocio. Eduardo no vende torres estándar: cada ordenador se monta a medida, pensando en el uso real del cliente.

Un PC de ofimática no se parece en nada a uno de gaming, y uno para edición de vídeo exige multitarea constante. “No se trata de pagar más, sino de pagar lo justo en lo que realmente necesitas”, resume.

La segunda vida de los ordenadores

Uno de sus trabajos más comunes es rejuvenecer equipos viejos: más RAM, cambio a SSD, actualización de placa base y procesador cuando es necesario. Cambiar solo un disco mecánico por uno sólido puede multiplicar la velocidad hasta por veinte.

Accesorios y componentes: calidad antes que precio

Su criterio es sencillo: vender solo aquello que él usaría. Si un periférico le da problemas, deja de venderlo. Si un producto es barato pero poco fiable, no entra en la tienda.

Los artículos de alta rotación están en stock. Lo demás se pide bajo demanda y llega al día siguiente. “Prefiero que lo almacene el proveedor a tenerlo cogiendo polvo en la tienda”, explica.

Un trato directo y cercano

Informática Azpilicueta es, en realidad, Eduardo Azpilicueta: no hay intermediarios, no hay grandes estructuras, no hay automatismos.
Las personas contactan con él directamente:

La atención es tan personal como lo es su historia: un negocio levantado no desde un plan de empresa, sino desde la vocación de quien lleva más de treinta años desmontando, reparando y entendiendo máquinas.

El futuro de un negocio nacido del pasado

Aún es una tienda joven, pero con una base sólida: conocimiento real, honestidad y un servicio que combina experiencia y cercanía.
Informática Azpilicueta no intenta ser la más grande. Intenta ser la más fiable.

Y quizá, en un mundo de productos desechables y servicios impersonales, ese sea precisamente su mayor valor.

 

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN