Este lunes Civican de Pamplona acogió el acto final del proyecto “Ciudadanía Global somos todas: personas con discapacidad liderando la transformación hacia un mundo más justo y sostenible”, una iniciativa promovida por la ONGD ONAY, que concluye así la segunda fase de este innovador proceso formativo y de sensibilización.
Más de un centenar de personas participaron en este encuentro, que puso en valor el papel de las personas con discapacidad como agentes de cambio social. El proyecto, financiado por el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona, ha trabajado durante todo el curso para acercar los contenidos de la Ciudadanía Global y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a este colectivo, desde una perspectiva inclusiva y accesible.
El acto contó con la presencia de Consuelo Ijurco Calvo, de la Sección de Cooperación para el Desarrollo y Acción Humanitaria del Gobierno de Navarra, y de Mikel Armendáriz Barrenechea, de la Concejalía delegada de Promoción Económica, Proyección Europea, Innovación, Juventud y Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento de Pamplona, entidades que han cofinanciado el proyecto.
Durante la jornada, las siete entidades participantes —ANFAS, Fundación Atena, Asociación Síndrome de Down de Navarra, Tasubinsa Orkoien, El Molino, Centro Valle del Roncal y Centro Río Irati (Fundación Caja Navarra)— presentaron sus actividades, centradas en la comprensión del mundo, en la reflexión sobre las desigualdades globales, las condiciones de vida en los países empobrecidos y el impacto que tienen nuestras acciones cotidianas, desde Navarra, en otras partes del mundo.
Desde ONAY, el proyecto se enmarca en la apuesta por una Educación Transformadora para la Ciudadanía Global, que promueve una comprensión crítica del mundo y el compromiso con la justicia social, el respeto a los Derechos Humanos y el enfoque Sur, que pone en el centro las voces y realidades de las poblaciones más empobrecidas.
El artivismo tomó un papel sustancial durante toda la jornada como forma de expresión y reflexión colectiva. El artivismo —entendido como una hibridación entre el arte y el compromiso social— se convierte aquí en una herramienta de comunicación enfocada al cambio, mediante intervenciones con un claro mensaje sociopolítico. En este marco, la arteterapeuta Ana Rosa Sánchez, de Espacio Creativo Traza, dinamizó un breve taller participativo donde las personas asistentes exploraron diversas luchas sociales a través del arte.
Desde ONAY se valora muy positivamente el resultado de este encuentro, así como el entusiasmo de las personas participantes. Se destaca, además, la necesidad de seguir generando espacios participativos accesibles y transformadores donde todas las personas, con o sin discapacidad, puedan comprender las injusticias globales y formar parte activa de los procesos de cambio hacia un mundo más justo y sostenible.
