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Vecinos del Casco Viejo de Pamplona protestan contra la turistificación

Denuncian la especulación y la mercantilización del barrio, exigiendo medidas para recuperar espacios públicos y garantizar un entorno amigable

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  • Foto: Vecinos del Casco Viejo

Vecinos y vecinas del Casco Viejo de Pamplona han alzado su voz este viernes, aprovechando la “escalerica” organizada por el Ayuntamiento, para denunciar la creciente especulación que afecta a su barrio. Bajo el lema “Alde Zaharra ez dago salgai!” (El Casco Viejo no está en venta), han convocado una rueda de prensa frente a la sede de ANAPEH, señalando a los grandes grupos hosteleros como responsables de un modelo que, según afirman, prioriza el negocio turístico sobre la vida del vecindario.

Desde hace tres años, el colectivo Nahiko y AZ Sare Komunitarioa se organizan para enfrentar la privatización del espacio público, el aumento de pisos turísticos y la proliferación de bares y restaurantes que, según denuncian, superan la capacidad del barrio. Critican que las instituciones faciliten la mercantilización del Casco Viejo, citando ejemplos como Donostia, Bilbo o Málaga, donde la turistificación ha expulsado a la población local. Entre sus quejas, destacan el incumplimiento de normativas por parte del sector hostelero, como la instalación de dobles puertas, y la falta de diálogo del Ayuntamiento con el vecindario, mientras se reúne con empresarios.

Los colectivos han anunciado su adhesión a las protestas del 15 de junio en varias ciudades del sur de Europa contra la turistificación y un modelo productivo que, según ellos, explota los recursos locales y precariza la mano de obra. Asimismo, exigen revertir la ocupación hostelera del espacio público, eliminar los pisos turísticos, aplicar normativas para un entorno saludable y recuperar viviendas municipales para oferta pública. También reclaman espacios vecinales accesibles, como un centro de salud sin barreras, zonas verdes y plazas para el juego, además de un plan de acceso a la vivienda que evite desahucios.

El vecindario reivindica su derecho a participar en las decisiones sobre el uso de los espacios públicos, la gestión de eventos y el modelo de consumo y ocio, defendiendo que el Casco Viejo es más que bares y San Fermín: “Es un lugar vivo que exige ser escuchado y respetado”, concluyen.

Redacción Pamplona Actual

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