El Museo de Educación Ambiental ha sido este lunes el escenario de clausura de una iniciativa educativa y científica que ha puesto el foco en el estado de los ríos Arga, Sadar y Elorz. Con una jornada participativa, se han presentado los resultados del proyecto de análisis de la calidad del agua enmarcado en la acción B16 del programa RUNA 2025, financiado por los fondos europeos Next Generation EU.
La actividad ha contado con la participación de cuatro centros educativos —CPEIP San Jorge, Jaso Ikastola, IES Julio Caro Baroja e IESO Iñaki Ochoa de Olza DBHI— y tres grupos del programa de Aprendizaje y Servicio de los grados en Ciencias Ambientales y Química de la Universidad de Navarra. Durante los últimos meses, el alumnado universitario ha realizado muestreos en distintos tramos de los tres ríos, analizando en laboratorio parámetros físico-químicos y la presencia de microplásticos, mientras que los escolares han llevado a cabo sesiones de campo para evaluar la biodiversidad acuática, el hábitat fluvial y las condiciones de vida de las especies.
La jornada ha contado con la presencia del director de Cultura, Fiestas, Educación y Deporte del Ayuntamiento de Pamplona, Íñigo Gómez Eguíluz, quien ha dado la bienvenida a alumnado y profesorado, acompañado por el equipo de Educación Ambiental municipal y la Oficina Estratégica del Ayuntamiento. Ekolur Asesoría Ambiental, responsable de la gestión del proyecto con un presupuesto de 112.914,10 euros, ha presentado el marco técnico y metodológico de la actividad, antes de que la Universidad de Navarra expusiera los análisis y conclusiones obtenidas.
A continuación, los grupos de Primaria y Secundaria han compartido sus trabajos, elaborados a partir de las observaciones realizadas en el entorno de los ríos pamploneses. La jornada ha servido como espacio de intercambio de conocimientos y experiencias entre distintos niveles educativos, subrayando el valor del aprendizaje activo en torno a los ecosistemas urbanos.
Este proyecto forma parte del ambicioso programa RUNA 2025, una estrategia integral de renaturalización urbana que ha sido respaldada con 2,7 millones de euros por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia impulsado por la Unión Europea.
La colaboración intergeneracional entre universidad y escuela, unida al compromiso institucional y ciudadano con el medio ambiente, han convertido esta experiencia en un modelo de participación educativa y científica al servicio de la sostenibilidad local.