Las fiestas de Santa Ana contarán este año con un refuerzo extraordinario en materia de seguridad, entre cuyas principales novedades destaca la instalación de nuevas cámaras de videovigilancia en la plaza de los Fueros y en varias calles adyacentes como Herrerías, Carnicerías, Mercadal y San Jaime. Este nuevo sistema de control visual permitirá a las fuerzas del orden mejorar la vigilancia en los momentos de máxima afluencia y facilitar la intervención rápida ante cualquier incidente.
Así se ha acordado este jueves en la Junta Local de Seguridad, celebrada en el Ayuntamiento de Tudela, en la que se ha definido el dispositivo especial de seguridad de cara a las fiestas patronales, que tendrán lugar del 24 al 31 de julio. El despliegue policial será especialmente visible el día del cohete, con controles de acceso a la plaza de los Fueros y la prohibición de introducir objetos de vidrio, palos o elementos peligrosos.
Además del nuevo sistema de cámaras, el operativo prevé un incremento de efectivos en los distintos cuerpos policiales. La Policía Nacional destinará a Tudela 75 agentes adicionales, incluyendo unidades de Intervención Policial (UIP), Caballería, guías caninos, brigada móvil, subsuelo y drones. La Policía Foral reforzará su presencia con 53 agentes, entre ellos patrullas de paisano, guías caninos, equipos de intervención, brigada de espectáculos y vigilancia aérea con drones.
La Policía Local activará a la totalidad de su plantilla durante los días festivos, mientras que la Guardia Civil establecerá su centro de operaciones en las inmediaciones de Tudela, centrando su labor en los accesos a la ciudad, controles de tráfico y vigilancia en polígonos industriales.
El operativo también contempla patrullajes conjuntos cada tarde y noche, con especial atención a los actos multitudinarios como la procesión de Santa Ana, los fuegos artificiales, los conciertos y la fiesta de DJs en Padre Bazán.
La reunión de coordinación ha estado presidida por el alcalde, Alejandro Toquero, y ha contado con la participación de responsables de todos los cuerpos implicados, incluyendo la concejala de Festejos, Verónica Gormedino, así como mandos de Policía Local, Policía Foral, Policía Nacional y Guardia Civil.