El Gobierno de Navarra ha dado un paso decisivo para reforzar la proyección exterior de la Comunidad Foral. En su sesión de este miércoles, el Ejecutivo autorizó un gasto plurianual de 4 millones de euros destinado a la mejora de la conectividad aérea del aeropuerto de Pamplona-Iruña. La medida se traducirá en una licitación pública que se lanzará en las próximas semanas y que abrirá la puerta a cuatro nuevas conexiones: dos nacionales y dos internacionales.
En el plano doméstico, el Ejecutivo foral busca retomar los vuelos con Barcelona y abrir una ruta hacia Andalucía, recuperando así enlaces estratégicos tanto para el tejido empresarial como para el sector turístico. A nivel internacional, la mirada se dirige a Londres, Alemania o Italia, destinos que se encuentran entre las opciones que baraja la Mesa de la Conectividad Aérea.
El consejero de Economía y Hacienda, José Luis Arasti, destacó que la iniciativa sigue la hoja de ruta marcada por dicho foro de colaboración público-privada, constituido en mayo y en el que participan AENA, el Ayuntamiento de Pamplona, las universidades y representantes del tejido económico y turístico de la comunidad.
El plan contempla una inversión de 1,4 millones en 2026 y 1,3 millones tanto en 2027 como en 2028, con la previsión de que las nuevas conexiones entren en servicio en abril de 2026. “Se trata de una apuesta estratégica para la economía y el turismo de Navarra, que contribuirá a la creación de empleo, a la cohesión territorial y a reforzar la proyección exterior de nuestra comunidad”, subrayó Arasti.
Con este movimiento, Navarra busca situarse en el mapa de las conexiones aéreas europeas, facilitando no solo el turismo, sino también las relaciones empresariales, académicas y sociales de la región.