La cantaora trianera Esperanza Fernández ofreció en el teatro Gaztambide de Tudela un viaje sonoro y emocional que recorrió sus más de cuarenta años de trayectoria. Bajo el título De Triana al mundo, la artista desplegó un repertorio abierto y poliédrico, en el que convivieron los cantes más primitivos con miradas contemporáneas y universales, siempre desde el respeto a la tradición que define su estirpe flamenca.
Acompañada por la guitarra de Rafael Chaparro Hijo, con Jesús Ramos en la dirección musical y teclado, Carlos Romero al bajo, Chema del Estad en la batería, Miguel Fernández en la percusión y Carmela Gil en palmas y coros, Fernández cautivó a la capital ribera con un espectáculo que evocó tanto los patios de vecinos de Triana como escenarios internacionales que han marcado su carrera: de Nueva York a Jerusalén, de París a Tokio. Hubo ecos de Morente, Lole y Manuel o El Titi, y también guiños a sonoridades gitanas y populares como Gelem Gelem o Alameda.
El acto estuvo precedido por un homenaje con motivo de los 600 años de la llegada del pueblo gitano a la península ibérica. El presidente de Gaz Kaló, Tío Selín, entregó a la cantaora una placa con la silueta de Sabicas y le impuso el pañuelico rojo de Flamenco On Fire, en un emotivo gesto de reconocimiento.
La jornada se completó con la actuación en el balcón del Ayuntamiento de Tudela de los hermanos Lorena y Bruno Jiménez, de Sangüesa, quienes desplegaron un repertorio flamenco cargado de pureza y complicidad. Fue su segunda participación en Flamenco On Fire y volvieron a dejar constancia de su talento y madurez artística.
El festival presentó además su ciclo Extramusicales y Sostenible, un programa de acciones divulgativas, sociales y medioambientales que vertebran el espíritu de esta cita cultural. Tras sus paradas en Viana y Tudela, Pamplona/Iruña se prepara ya para acoger el grueso de Flamenco On Fire entre el 26 y el 31 de agosto, con una programación que reunirá a grandes nombres como La Macanita, Tomatito, Yerai Cortés, Duquende o Los Planetas.