La Audiencia Provincial de Baleares ha dictado una sentencia en la que condena a un hombre a pagar una multa de 480 euros y a reparar los desperfectos, valorados en más de 700 euros, que causó al rayar el coche de un excompañero de trabajo en un centro comercial de Palma. Además, el condenado deberá asumir las costas procesales del juicio.
El acusado alega inocencia y perjuicio a su honor
En su recurso, el hombre insiste en su inocencia, argumentando que no existen testigos ni pruebas directas que lo vinculen con el incidente. Asimismo, sostiene que la situación ha afectado negativamente su honor e imagen personal y familiar. A pesar de sus alegaciones, la sentencia de instancia se basa en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad.
Las grabaciones muestran al denunciado acercándose al vehículo y rodeándolo para pasar entre él y otro coche. En uno de los vídeos, se le observa con unas llaves en la mano, justo en el lateral donde se produjeron los daños. La jueza concluyó que, aunque las pruebas son indiciarias y no directas, son suficientes para considerar al acusado como autor de los daños.
La sentencia de la Audiencia Provincial de Baleares es firme y no admite recurso, poniendo fin al proceso judicial. Esta resolución se fundamenta en la interpretación lógica y racional de las pruebas presentadas durante el juicio. El fallo destaca la importancia de las grabaciones como elemento clave en la identificación del responsable.
El caso ha generado interés debido a la utilización de tecnología de vigilancia para esclarecer los hechos. Las cámaras de seguridad del centro comercial han sido determinantes en el desenlace del juicio, proporcionando evidencia visual que ha permitido llegar a una conclusión clara y unívoca sobre el autor de los daños al vehículo.
El condenado deberá hacer frente a las consecuencias económicas de sus actos, no solo pagando la multa y reparando los desperfectos, sino también asumiendo las costas procesales. Esta sentencia refleja la importancia de las pruebas indiciarias en los procesos judiciales y la capacidad de las grabaciones de seguridad para influir en el veredicto final.






