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El secretario de Belate: "Nunca me había pasado que se sabía quién se iba a llevar la obra antes de la valoración"

Lorenzo Serena, desvela en la Comisión de Investigación que Anticorrupción analiza también irregularidades en el tramo 3 de la N-121-A

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  • Sobre su trabajo en Landaben: “Fue una represalia, no obedeció a criterios organizativos.

La intervención de Lorenzo Serena, secretario y jurista de la mesa de contratación de la obra de duplicación del túnel de Belate, en la comisión de investigación del Parlamento de Navarra ha estado marcada por la contundencia y por una gran cantidad de detalles sobre el proceso de adjudicación, las presiones vividas y los motivos de su denuncia ante la oficina Anticorrupción, que actualmente investiga el tramo 3 de la N-121-A.

Serena comenzó reconociendo “cabreo” y decepción con la gestión de la obra y relató que siguió lo que la ley le obliga: “Cuando hubiese cualquier atisbo indudable, no hacía falta pruebas plenas, como se dijo aquí. Eso que a mí me dolió mucho, es que no hay pruebas plenas, es que se tira la piedra y se esconde la mano. Lo que dice el acuerdo de gobierno y la ley foral que regula la oficina anticorrupción es que cualquier mera sospecha o indicio de mala praxis se tiene que comunicar, eso es lo que yo hice”, explicó ante los parlamentarios. “Lo hice constar en acta, como la ley me obliga, y la oficina estudia, lo puede tirar a la cesta del papel o puede investigar”, añadió.

El jurista fue claro al desmontar la versión del presidente de la mesa, Jesús Polo, que había asegurado la existencia de una “guerra entre técnicos y juristas”: “No ha habido ninguna guerra”, sentenció Serena. “Diferencias de criterio, normales en un procedimiento tan complejo, siempre dentro del rigor profesional y el respeto. Con todos mis compañeros me hablo, todos me han estado dando ánimos antes de venir aquí. Eso es falso, no ha habido enfrentamiento, han sido discrepancias profesionales”, dijo en su comparecencia.

En el transcurso del debate, Javier Esparza (UPN) destacó la profesionalidad e independencia de Serena al denunciar irregularidades y lamentó que sus informes no fueran atendidos por el Gobierno. Esparza señaló: “Desde UPN dimos credibilidad a sus opiniones y a las de sus compañeros, porque no solo usted manifestó esta posición. Tanto es así que presentamos una denuncia ante la Guardia Civil sobre el proceso de adjudicación de los túneles de Belate porque nadie nos hizo caso”.

El portavoz de UPN insistió a Serena sobre si podía asegurar que no hubo corrupción alguna en la adjudicación, a lo que el jurista respondió: “No puedo asegurar nada, ni en esta ni en ninguna obra. Yo puedo decir lo que pasa en la mesa. No tengo medios ni es mi competencia.” Durante el debate con Esparza, ambos repasaron las dudas sobre la adjudicación, la implicación de la empresa Servinavar, su relación con Santos Cerdán y la investigación que está llevando a cabo Anticorrupción. Serena explicó que “nos alertaron ustedes, señor Serena, y sus informes”, recalcando el papel clave de los votos particulares y los informes denunciando irregularidades.

Serena describió como fue apartado de sus funciones tras elevar esos informes y denunció represalias: “Fui apartado y ya no volví”, relató. Frente a las explicaciones del director general de Obras, que justificó su traslado a Landaben como una mejora, Serena fue categórico: “Fue una represalia, no obedeció a criterios organizativos.” Explicó también cómo le afectó personalmente la presión vivida: “He tenido episodios de que iba por la calle y me mareaba, creo que viene de esta tensión acumulada”, confesó.

En varias ocasiones, Serena se ratificó “en lo apuntado en mi voto particular”, donde dejó constancia de que “el procedimiento seguido se haya viciado por la postrera intervención de una de las personas que ha participado en la valoración, al haber efectuado la suya propia con pleno conocimiento de las puntuaciones del resto de los miembros de la mesa. Lo que puede entenderse como un falseamiento del procedimiento al privarle de la debida transparencia”.

Rebatió las declaraciones de Polo sobre el ambiente de trabajo y la dinámica de la mesa: “El presidente de la mesa y el director general del órgano de contratación no escucharon lo que les estábamos diciendo. Nunca me había pasado que se sabía quién se iba a llevar la obra antes de finalizar la valoración. Por eso pedí, por favor, que se motivase para evitar esas sospechas y dudas.”

El debate dejó también una novedad y es que Lorenzo Serena desveló que Anticorrupcion analiza la adjudicaicón del tramo 3 de la N-121-A, quien denunció demoras y bloqueo en las valoraciones: “Nunca se habían producido estas demoras, la imagen que puede extraerse es que se trata del premio de consolación para quien no se lleve la obra del túnel de Belate. Más de lo mismo”, una insinuación que lugo no quiso concretar si se referia a Mariezcurrena. 

La jornada parlamentaria evidenció la gravedad de lo sucedido en el proceso, con Serena subrayando que todo tuvo lugar “por la presión para licitar rápido, por intereses del gabinete, por una rueda de prensa que se quería anunciar en viernes”. Y remarcó el mensaje a sus compañeros funcionarios: “Si a uno que va le mandan a Landaben como represalia, pues difícilmente los funcionarios van a manifestar cualquier sospecha de mala praxis como nos pide el Gobierno”.

La comparecencia de Serena dejó frases de especial contundencia: “Esto demuestra dos cosas, o ignorancia supina o malicia”, respondió ante las insinuaciones de Jesús Polo sobre supuestos intereses en la adjudicación "porque no había ganado otra empresa". Y volvió a advertir: “En ningún otro proceso había vivido algo igual, con el nivel de presiones, irregularidades y falta de transparencia”.

 

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