Agentes de la Policía Nacional de Navarra han detenido en Pamplona a cinco personas como presuntas autoras de delitos de detención ilegal, amenazas graves, lesiones, tenencia ilícita de armas y contra la salud pública, en el marco de la Operación Rado. El operativo, que ha sido dirigido por el Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona, se encontraba hasta ahora bajo secreto de sumario.
La investigación se inició tras la denuncia de tres personas que afirmaron haber sido retenidas contra su voluntad y amenazadas violentamente en dos ubicaciones de un municipio de la comarca de Pamplona. Según las víctimas, los agresores les habrían exigido dinero bajo coacción, llegando incluso a agredirles físicamente. Uno de los detenidos, considerado el principal implicado, les mostró que tenía armas de fuego, utilizándolas para intimidar y reforzar sus amenazas.
Los agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial constataron que entre el principal sospechoso y una de las víctimas existía una relación previa derivada de un desacuerdo económico vinculado al tráfico de drogas. Este conflicto habría motivado los hechos denunciados y la colaboración de otros implicados en la retención y amenazas.
Durante la investigación se comprobó además que, tras la denuncia, el principal sospechoso y una amiga suya continuaron enviando mensajes amenazantes a una de las víctimas, exigiendo el pago de una supuesta deuda y fijando plazos para hacerlo.
En el registro practicado en el domicilio del principal investigado, los agentes intervinieron tres escopetas, un rifle, un arma corta de calibre 9 mm y más de 300 cartuchos de munición, además de pequeñas cantidades de cocaína, sustancias de corte, balanzas de precisión y armas blancas.
Los cinco detenidos fueron trasladados a dependencias policiales y posteriormente puestos a disposición judicial. El juez decretó su libertad provisional con medidas cautelares, entre ellas la prohibición de acercarse o comunicarse con las víctimas.
La investigación continúa abierta para determinar el origen y el estado de las armas intervenidas, que se encontraban almacenadas sin medidas de seguridad. La Policía Nacional subraya que con esta operación se neutraliza a un grupo violento que operaba en la comarca de Pamplona y utilizaba las armas para infundir miedo y lograr sus objetivos económicos.