El equipo navarro de baloncesto, Castillo de Gorraiz Valle de Egüés, sufrió una derrota en su desplazamiento a Ponferrada al caer por 90-78 ante el Clínica Ponferrada. A pesar de un inicio prometedor con una canasta de Zizic (0-2), los locales tomaron rápidamente el control con un parcial de 11-0 que obligó al técnico navarro, Jotas Unzué, a solicitar un tiempo muerto. Los de Valle de Egüés lograron serenarse para cerrar el primer cuarto con un ajustado 22-19.
El segundo periodo fue el más complicado para los visitantes. Aunque se mantuvieron cerca inicialmente (27-23), la situación se agravó con la tercera falta personal de Zizic, permitiendo al Clínica Ponferrada abrir una brecha de diez puntos (33-23). Los problemas se acumularon cuando Potier y Lacunza también cometieron su tercera falta, forzando a Jotas Unzué a recomponer su esquema. El empuje local, liderado por Bergens, disparó la distancia hasta el 47-35 al descanso, a pesar de que un triple inverosímil de Calvo sobre la bocina fue invalidado.
La reanudación acentuó la superioridad local, alcanzando los veinte puntos de ventaja (57-37). El Castillo de Gorraiz Valle de Egüés acusó la ausencia de Baptiste y la cuarta falta de Zizic. No obstante, el equipo navarro demostró orgullo en el último cuarto. Pese a la acumulación de cuatro faltas personales de jugadores clave como Fercho, Calvo, Zizic, Lacunza y Potier, que obligó a medir al máximo cada acción, los de Jotas Unzué lograron reducir la desventaja hasta los 14 puntos (83-69). Aunque no fue suficiente para remontar el marcador, los navarros vencieron en el parcial del último periodo, cerrando el partido con el definitivo 90-78.




