El Ayuntamiento de Donostia / San Sebastián ha colocado este sábado una placa en memoria de Rosa Zarra Marin, quien falleció en 1995 tras ser alcanzada por una pelota de goma durante una movilización. Este homenaje forma parte de una iniciativa para visibilizar a las víctimas del terrorismo y la violencia política en la ciudad.
El acto conmemorativo tuvo lugar a las 12:00 del mediodía en la plaza Ferrerías, donde se llevó a cabo un sencillo homenaje en reconocimiento a Rosa Zarra Marin. En la ceremonia participaron el alcalde de Donostia / San Sebastián, Jon Insausti, representantes de los grupos municipales del Ayuntamiento y familiares de la víctima. La iniciativa busca mantener viva la memoria de aquellos que perdieron la vida en contextos de violencia política.
Una vida truncada en 1995
Rosa Zarra Marin, de 58 años, era madre de seis hijos y residía en el barrio de Amara Berri. El 22 de junio de 1995, durante una movilización cerca del estadio de Anoeta, fue alcanzada en el vientre por una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza. Ocho días después, el 30 de junio, falleció en el hospital. La colocación de esta placa es un homenaje a su memoria y a todas las víctimas de la violencia política.
Esta iniciativa del Ayuntamiento comenzó hace dos legislaturas y ya suma 37 placas colocadas en distintos puntos de Donostia / San Sebastián. Con cada placa, se busca dar visibilidad a las víctimas del terrorismo y la violencia política, recordando sus nombres y sus historias en el espacio público de la ciudad.
Un esfuerzo por la memoria histórica
Hasta la fecha, se han colocado placas en homenaje a 36 víctimas, entre ellas 29 de ETA, como Juan Maria Araluce, José María Elícegui, Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica. También se han recordado a víctimas de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, el DRIL, el Batallón Vasco Español y por acción policial. Este esfuerzo por la memoria histórica es un compromiso del Ayuntamiento para no olvidar a quienes sufrieron la violencia.
Las placas colocadas en la ciudad son un testimonio tangible del impacto de la violencia en la sociedad. Cada nombre grabado en ellas representa una vida truncada, una historia de dolor y pérdida que el Ayuntamiento de Donostia / San Sebastián se ha propuesto recordar y honrar. Esta acción es un paso hacia el reconocimiento y la reparación simbólica de las víctimas.
Un homenaje a las víctimas del terrorismo y la violencia política
El Consistorio ha destacado la importancia de estas placas como una forma de rendir homenaje a las víctimas del terrorismo y la violencia política. Con cada acto conmemorativo, se busca sensibilizar a la sociedad sobre el sufrimiento causado por la violencia y promover un espacio de reflexión sobre el pasado. La colocación de la placa de Rosa Zarra Marin es un recordatorio de la necesidad de mantener viva la memoria.
El reconocimiento a las víctimas es una parte fundamental de la reconciliación y la construcción de una sociedad más justa. A través de estas iniciativas, el Ayuntamiento de Donostia / San Sebastián reafirma su compromiso con la memoria histórica y el respeto a las víctimas. Cada placa es un símbolo de resistencia contra el olvido y un llamado a la paz y la convivencia.
