La Policía Municipal de Pamplona desarrolla esta semana la octava campaña especial de control de movilidad, un dispositivo con el que pretende garantizar el cumplimiento de las normas por parte de peatones, ciclistas, usuarios de patinetes eléctricos y conductores de vehículos a motor. Los agentes están estableciendo controles en los puntos de mayor afluencia, especialmente en las entradas y salidas de trabajos, colegios y universidades, mientras que por la tarde la vigilancia se intensifica en zonas de ocio y esparcimiento como la Vuelta del Castillo o el Paseo del Arga.
Con esta campaña, ya son ocho las que el Consistorio ha puesto en marcha en lo que va de año. Las siete anteriores, cerradas hasta el 24 de octubre, acumulan un total de 1.507 denuncias. Solo hasta el 7 de octubre se habían registrado 980 multas, de las cuales casi un 85% correspondían a dos infracciones muy concretas: circular por aceras o espacios no permitidos y no mantener la debida atención durante la conducción. También se han detectado otras conductas, como la falta de elementos obligatorios —timbre, luces o reflectantes— o la falta de respeto hacia los peatones en zonas compartidas.
Desde Policía Municipal insisten en que esta campaña pretende ser una llamada de atención para corregir comportamientos de riesgo, tanto en bicicletas y VMP como en vehículos a motor, sin olvidar a quienes se desplazan andando. Los controles se están centrando en calles especialmente transitadas, en vías con carril bici y en aquellas limitadas a 30 km/h, donde la convivencia entre distintos modos de transporte requiere una vigilancia constante.
Estos criterios se mantienen también en el patrullaje diario, en el que se presta especial atención a la circulación indebida por las aceras —la infracción más habitual—, al respeto hacia las bicicletas por parte de los vehículos motorizados y a la seguridad peatonal en los pasos y en los estacionamientos próximos a ellos. En función del riesgo generado, los agentes pueden apercibir o denunciar a quienes incumplen la normativa vigente, regulada en la Ordenanza Municipal de Movilidad y el Reglamento General de Circulación, que establecen sanciones de entre 30 y 200 euros, con reducción del 50% por pronto pago.

