El Transporte Urbano Comarcal (TUC) ha incorporado esta semana seis nuevas villavesas propulsadas por gas natural comprimido (GNC) con Garantía de Origen Renovable (GdO), una adquisición que adelanta la renovación prevista de la flota y que se enmarca, además, en las medidas impulsadas por la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) para favorecer una salida al conflicto laboral entre la empresa concesionaria, TCC, y su comité de empresa.
La llegada de estos nuevos autobuses no figuraba en la planificación ordinaria de reposición de flota. Según la MCP, su incorporación responde al objetivo de mejorar la prestación del servicio y, de forma indirecta, contribuir a mejorar las condiciones de trabajo de la plantilla. En este paquete de medidas se incluyen también el incremento del número de vehículos disponibles, la creación de un grupo de trabajo de expedición y el refuerzo de la inspección del estado de la flota.
Los seis nuevos vehículos sustituyen a unidades antiguas de gasoil y han sido carrozados por Castrosua, modelo New City GNC, sobre chasis Scania C 340C B4x2EI. Tienen 12 metros de longitud y una capacidad total de 92 plazas, 24 de ellas sentadas. Están equipados con motores de 251 kW (340 CV), cumplen la normativa EURO VI-E y disponen de sistemas de purificación de aire, videocámaras de seguridad y doble rampa de acceso para personas con movilidad reducida, una manual y otra eléctrica.
La Mancomunidad ha logrado adelantar su suministro para que entren en funcionamiento a lo largo de 2025, con el objetivo de adecuar la flota a la demanda actual del servicio. Cada uno de los autobuses ha supuesto una inversión de 394.400 euros, sin IVA, lo que eleva el coste total de esta incorporación a 2.366.400 euros.
Con estas seis nuevas villavesas, la flota del Transporte Urbano Comarcal continúa un proceso de crecimiento y renovación sostenido en el tiempo. Desde 2006, el número de autobuses ha pasado de 127 a los 169 con los que se prevé cerrar el año 2025, un incremento del 33%. En paralelo, los kilómetros recorridos han aumentado un 20,8%, al pasar de 6,76 millones en 2006 a los 8,16 millones estimados para este año. La previsión de la MCP es alcanzar las 176 unidades en 2027, con una media de edad de la flota de 6,3 años.
Este crecimiento ha ido acompañado de una profunda transformación tecnológica. Tras casi un siglo de uso exclusivo del gasoil —desde el inicio del servicio en 1929—, la flota comenzó a diversificarse a partir de 2015 con la incorporación de autobuses híbridos. Entre 2017 y 2021 se sumaron 66 vehículos de esta tecnología, que en ese último año ya representaban el 41,5% del total.
En 2019 llegaron los primeros autobuses totalmente eléctricos, lo que permitió poner en marcha la línea 9 UPNA-RENFE como la primera línea 100% eléctrica de este tipo en España. Dos años después, la MCP aprobó el II Plan de energías menos contaminantes, que marcó el inicio del abandono progresivo del gasoil y la apuesta por una flota de cero emisiones.
Desde entonces, la Mancomunidad ha incorporado vehículos propulsados por GNC con Garantía de Origen Renovable y autobuses eléctricos financiados parcialmente con fondos europeos. Entre 2023 y 2024 se sumaron 20 unidades eléctricas gracias a una ayuda de 4,9 millones de euros del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, que también permitió instalar puntos de carga y adaptar las cocheras.
En total, solo en 2025 se han incorporado 16 nuevos autobuses de GNC con GdO, diez el pasado mes de julio y los seis presentados ahora. La MCP subraya que este tipo de vehículos no afectan a la calidad del aire urbano y son neutros en carbono al utilizar gas de origen renovable, un paso clave para anticiparse a la Zona de Bajas Emisiones de Pamplona y avanzar hacia el objetivo de neutralidad climática en 2030.
A medio plazo, la Mancomunidad prevé cerrar el círculo de la sostenibilidad con la producción de su propio biometano a partir de los lodos de la EDAR de Arazuri y de la fracción orgánica de los residuos urbanos en el futuro Centro Ambiental de Imárcoain. Este combustible se destinará a los autobuses del TUC, los camiones de recogida de residuos y los vehículos del ciclo integral del agua.
Los datos de huella de carbono reflejan ya el impacto de esta transición. Desde 2014, las emisiones del Transporte Urbano Comarcal se han reducido un 30,1% hasta 2024, pese al aumento del número de autobuses y de los kilómetros recorridos. Un balance que la MCP presenta como aval de una estrategia que combina renovación del servicio, mejora ambiental y respuesta a los retos laborales del transporte urbano.





